Redacción •  Memoria Histórica •  31/07/2019

El senador Carles Mulet pregunta al Gobierno por la recuperación de la denominación fascista -«Plaza Cañero»- en Córdoba

La plaza de Cañero dejó de denominarse así el día 4 de junio, cuando los operarios de Movilidad sustituyeron el rótulo que tuvo desde los años ochenta por otro con el que empezaría a conocerse como de los Derechos Humanos. Sin embargo, el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Córdoba estimó la semana pasada el recurso presentado por Aurora Cañero López, sobrina del rejoneador Antonio Cañero, y la Asociación Campera y de Rejoneo Antonio Cañero, que deja sin efecto el acuerdo aprobado por el 13 de febrero del 2018 por el pleno del Ayuntamiento y “el posterior acuerdo de la Junta de Gobierno Local, de denominar a la referida plaza como De los Derechos Humanos”.

El senador Carles Mulet pregunta al Gobierno por la recuperación de la denominación fascista -«Plaza Cañero»- en Córdoba

Desde las 11.00 horas del pasado lunes, la recientemente rotulada como plaza de los Derecho Humanos recupera su denominación anterior, plaza de Antonio Cañero, después de que un juzgado lo haya dictaminado así tras el recurso presentado por el cambio de nombre por parte de la familia del rejoneador y de la Asociación Campera y de Rejoneo Antonio Cañero.

El juez estimó que dicha denominación se instauró, «no pra enaltecer a la ya extinta dictadura franquista o alguno de sus dirigentes, sino en reconocimiento a la generosidad del señor Cañero, que donó a la ciudad unos terrenos para la construcción de viviendas destinadas a las clases más desfavorecidas de la ciudad». Sin ambargo, el Artículo 32, Capítulo III, de la vigente Ley de Memoria Histórica y Democrática dice textualmente «las administraciones públicas de Andalucía, en el ejercicio de sus competencias y de conformidad con lo establecido en el apartado primero, adoptarán las medidas necesarias para proceder a la retirada o eliminación de los elementos contrarios a la Memoria Democrática de Andalucía, sin perjuicio de las actuaciones que las víctimas, sus familiares o las entidades memorialistas puedan llevar a cabo en defensa de su derecho al honor y la dignidad», y entre otros aspectos, concreta estos elementos en «alusiones a los participantes, instigadores y/o legitimadores de la sublevación militar de 1936 y de la Dictadura franquista».

Está documentado sobradamente que Antonio Cañero se reincorporó al ejército y encabezó la conocida como Columna Cañero de caballistas y garrocheros que sembró el terror en los alrededores de Córdoba y pueblos de la provincia durante el levantamiento militar contra el gobierno elegido por el pueblo en 1936.

El senador de Compromís, Carles Mulet, ha llevado el asunto a la Cámara de representantes formulando la siguiente pregunta;

Ante el insulto y humillación a las víctimas del franquismo, dentro de sus competencias, ¿Qué medidas piensa adoptar el Gobierno?

En las pasadas elecciones Generales, el PSOE se hizo con 123 senadores electos de los 208, a los que se suman los 18 parlamentarios nombrados por designación autonómica para un total de 141 escaños en una Cámara en la que la mayoría absoluta está en 134.


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