Agencia Telesur •  Internacional •  06/10/2025

Activistas de la Flotilla Global Sumud denuncian tortura israelí en prisión

Cientos de activistas humanitarios han regresado a sus países con crudos relatos de violencia psicológica y física a manos de guardias israelíes.

Activistas de la Flotilla Global Sumud denuncian tortura israelí en prisión

La intercepción de la Flotilla Global Sumud, flota de 42 barcos que transportaba ayuda humanitaria para Gaza, por parte de fuerzas israelíes desató una ola de indignación internacional que escaló con la denuncia de tortura y trato degradante recibido por los 450 activistas detenidos. Los participantes, que fueron llevados a cárceles israelíes entre el miércoles y el viernes pasados, han comenzado a narrar las condiciones inhumanas que padecieron.

El periodista italiano Saverio Tommasi describió la detención como un acto de «tortura» y una «negación de los derechos humanos». Tommasi relató que los soldados retuvieron los medicamentos de los prisioneros, incluyendo los inhaladores de personas con asma y afecciones cardíacas, y les impidieron el descanso al ser despertados y cambiados de lugar repetidamente, con soldados apuntando las miras láser de sus armas para asustarlos.

Los testimonios se tornaron más graves con las revelaciones sobre el trato a la activista sueca Greta Thunberg. Múltiples fuentes reportaron que Thunberg fue blanco de burla y maltrato psicológico, arrastrada por el cabello, siendo obligada a ondear y besar banderas israelíes, retenida en una sala infestada de pulgas que le causó erupción cutánea, y desfilada por los soldados como un trofeo para intimidar a otros detenidos, según revelaron varios medios.

El ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, validó implícitamente la acción al declarar que estaba orgulloso de que trataran a los activistas de la flotilla «como partidarios del terrorismo». Ben-Gvir afirmó que los detenidos merecían sentir las duras condiciones de la prisión de Ketziot para «pensarlo dos veces antes de acercarse a Israel de nuevo», provocando una fuerte protesta diplomática de gobiernos como el de Grecia.

Mientras el Ministerio israelí de Exteriores desestimó las acusaciones de maltrato como «mentiras descaradas», la intercepción y las denuncias han exacerbado la condena global. Cientos de miles de personas marcharon en ciudades de todo el mundo, incluyendo EstambulRoma, Ámsterdam y Madrid, para exigir la liberación de los activistas y el fin del asedio a Gaza, donde los bombardeos israelíes han asesinado a más de 67.000 palestinos desde octubre de 2023.

El incidente ocurre en un momento de intensas negociaciones. Mientras las denuncias de abusos y el trato inhumano, como la negación de agua potable por más de dos días y el robo de pertenencias, por parte de los activistas causan estupor, el movimiento de solidaridad global se fortalece. Activistas como el francés Yassine Benjelloun, quien fue obligado a beber del grifo del baño, reflexionaron: «Si nos hicieron esto a nosotros… solo podemos imaginar lo que hacen a los palestinos».


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