Ecologistas en Acción Sierras ha presentado alegaciones al Plan de Carreteras 2025-2032 de la Comunidad de Madrid, rechazando ocho proyectos en la comarca de la Sierra y aledaños
- Ecologistas en Acción Sierras considera que el nuevo Plan de Carreteras de la Comunidad de Madrid, como los anteriores, es un documento aislado y parcial que se enfoca hacia las obras en carreteras y con la intención de favorecer la especulación urbanística, en vez de hacerse dentro de un Plan de Movilidad Sostenible que contemple, además de las carreteras autonómicas y los carriles bici junto a éstas, el fomento del transporte público y la movilidad no motorizada, las sendas y caminos rurales, los carriles bici urbanos y rurales, las “calles” que son en realidad carreteras (travesías urbanas, M-30, etc.) y la interacción con las carreteras del Estado.

Ecologistas en Acción Sierras considera que el Plan de Carreteras se orienta hacia actuaciones que incrementarían el tráfico, las contaminaciones, la fragmentación del territorio, la pérdida de biodiversidad y la especulación urbanística, dando la espalda a la emergencia climática, a la salud de las personas y a las Directivas de la UE sobre la calidad del aire.
Ecologistas en Acción Sierras rechaza las actuaciones que pretenden convertir la M-600 en una autovía entre la A-5 y Villanueva de la Cañada, la variante de esa carretera planteada en El Escorial, la construcción de un tercer carril en la M-607 entre Cerceda y Colmenar Viejo, la variante de la M-505 por el norte del núcleo urbano de Galapagar, la ampliación de capacidad de la M-601 entre la A-6 y el cruce que conduce a Becerril y la ampliación de capacidad de la M-608 desde Villalba a Manzanares. Todas ellas actuaciones innecesarias y contraproducentes que tendrían además un coste desmesurado, en vez de invertir esos centenares de millones en la mejora del transporte público y del no motorizado.
Ecologistas en Acción parte de considerar que la Comunidad de Madrid es una de las regiones del mundo con mayor densidad de carreteras por kilómetro cuadrado. Y muchas de ellas, casi 1.000 kilómetros (978 km), son autovías o autopistas, en algún caso hasta con 12 carriles. Esta sobredotación viaria ha provocado una gran dispersión urbana y un incremento constante de los viajes en automóvil (12 millones de desplazamientos al día en la actualidad, mientras mengua el uso del transporte público metropolitano). Sin embargo, la solución que propone el Plan de Carreteras para solventar los problemas de congestión no es sino incidir en las políticas que nos han llevado a esta situación insostenible: ampliar aún más esta enorme red de carreteras: 33 km de nuevas carreteras, 60 km de duplicaciones, 24 km de ampliaciones de capacidad, 36 km de “carreteras 2+1” (con carriles extras en determinadas zonas), etc.
El nuevo Plan de Carreteras plantea actuaciones innecesarias desde el punto de vista del interés general y también fuera de tiempo, por estar ligadas al uso masivo del vehículo privado, al expansionismo urbano, al crecimiento desmesurado de la población (“El Madrid de los diez millones”) a la gentrificación y turistificación de cada vez más barrios de la ciudad de Madrid, a la instalación de macro centros de procesamiento de datos, nuevas universidades privadas, proyectos tipo los fracasados EuroVegas o Monesterio, etc., lo que implica buscar el desplazamiento de cada vez más población hacia la periferia, incluso hacia los límites de la Comunidad de Madrid y provincias limítrofes y dar prioridad a una política sin futuro, contaminante y cara, como es la movilidad basada en el vehículo privado y la utopía del crecimiento ilimitado.
M-600
Es en la M-600 en la que se plantean más actuaciones y con el mayor presupuesto del Plan de Carreteras. Se planea la conversión de esta carretera en una de dos carriles por sentido a lo largo de 23,9 km, entre la A-5 y Villanueva de la Cañada, duplicando la M-600 entre la A-5 y la M-591 en Brunete y construyendo una nueva carretera entre Brunete y Villanueva de la Cañada. A lo que hay que sumar la variante de El Escorial y las actuaciones que se pretenden en el enlace con la A-6 en Guadarrama. Estas actuaciones, que en el propio Plan de Carreteras se dice que son las que, por su alto coste y dudosa eficacia, presentan los menores indicadores de rentabilidad de todo el Plan, se presupuestan en torno a los doscientos millones de euros y están planteadas para iniciarse en los años 2030, 2031 y 2032, aunque la experiencia nos dice que costaría mucho más, además de que este tipo de proyectos siempre se retrasan.
Además su construcción y explotación afectarían a hábitats de interés comunitario, como el 5330 a la altura de Quijorna, a varios arroyos como los de Huerta Flor o Las Caudalosas, la Vereda de los Morales y otras vías pecuarias, ocuparían suelos de los corredores ecológicos de La Sagra y los Yesos y afectarían de manera crítica a una zona de aves esteparias, atravesaría por completo una ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) a la altura de Sevilla la Nueva, afectaría a la ZEC (Zona de Especial Conservación) de la Cuenca de los ríos Alberche y Cofio, al Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama y su entorno, al Corredor ecológico de La Sagra, IBA (Área Importante para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad) nº 70 El Escorial – San Martín de Valdeiglesias, con impacto severo en la vegetación de la zona e impactos moderados en los Espacios Naturales, fragmentación de hábitats y en la avifauna, según se reconoce en el Plan. Así mismo, durante las obras de construcción de la carretera se verían afectados distintos hábitats de interés comunitario: 6310 y 6220 – éste último prioritario – a la altura de Sevilla la Nueva y 5330 en la zona de Navalcarnero. Afectaría también, más aún, a la Vereda del Pijorro, que cuenta con distintos descansaderos, ya que la carretera la atravesaría o afectaría en distintos puntos. También se podría estar afectando a fortificaciones y trincheras de la guerra civil, que son Bienes de Interés Patrimonial, en lo que fue el entorno de la Batalla de Brunete, y otros posibles vestigios arqueológicos, además de un grave efecto paisajístico y, la variante de El Escorial, en el BIC del Territorio Histórico de la Gran Cerca de Felipe II.
Ecologistas en Acción considera que el propósito real de la duplicación de la M-600 hasta Villanueva de la Cañada y de la variante de El Escorial es favorecer el expansionismo urbano y el incremento de los precios de los suelos y viviendas en su entorno. Efectos que se estimulan con el solo anuncio de este proyecto.
M-607
En el Plan de Carreteras se plantea una actuación de ampliación de capacidad de la M-607 entre Cerceda y Colmenar Viejo, en lo que llaman carreteras 2+1, entre los puntos kilométricos 48,3 (Cerceda) y 35,2. (Colmenar Viejo). Podría entenderse que ese tercer carril sería para adelantamientos (lo que consideramos absurdo) o un carril reversible en todo el trazado o en partes del trazado, etc. Pero nada de esto se aclara en el Plan de Carreteras. Esa ampliación a 2 carriles más 1, sería en una longitud de 13,1 kilómetros y está presupuestada en 33.915.900 € para los años 2031 y 2032. Una obra que implicaría gasto muy considerable, de acuerdo al presupuesto inicial que, como suele ser habitual, si se llegara a construir sería mucho mayor. La plataforma de la M-607 entre Cerceda y Colmenar Viejo ha venido siendo ampliada y hasta se ha pretendido convertirla en una autovía o carreteras de dos carriles por sentido en anteriores Planes de Carreteras (por ejemplo en el de 2009-2020), a pesar de atravesar una de las zonas de mayor valor medioambiental de la Comunidad de Madrid y, concretamente, el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, la Zona de Especial Conservación (ZEC) de la Cuenca del Río Manzanares, el Corredor Ecológico de La Pedriza, Hábitats prioritarios, vías pecuarias, etc.
La M-607 es, por otro lado, una carretera que en el trazado en el que se pretende la construcción de un tercer carril presenta intensidades altas de tráfico casi exclusivamente en las mañanas de los días laborables en sentido hacia Madrid, mientras se siguen planteando, expansiones urbanas sin contar con esta situación en los municipios de su extremo oeste (El Boalo-Cerceda-Mataelpino, Moralzarzal, Navacerrada, barrios norte de Collado Villalba, etc.) lo que no se solucionaría en absoluto añadiendo un tercer carril, que podría servir de estímulo y coartada a incremento de la urbanización de la zona y al mayor uso del coche, sino controlando ese expansionismo urbano, mejorando el transporte público y desincentivando el uso del vehículo privado.
Esta ampliación, que se pretende justificar para que en las horas punta la carretera absorbiera más vehículos, no disminuiría la duración total del recorrido ni los atascos, sino que los trasladaría y serían mayores en la rotonda de Cerceda, viniendo desde Madrid, y a la entrada a la autovía M-607, yendo desde Cerceda, para luego sumarse a los atascos de la autovía M-607 en todo su recorrido hacia Madrid y en los enlaces con la M-40 y la M-30.
Ecologistas en Acción considera que la disminución de la velocidad máxima permitiría mejorar la seguridad, ampliar la capacidad de la carretera, reducir los atascos y disuadir de la ilusión de los viajes rápidos, haciendo también que se incrementara el uso del transporte público, y pide estudiar la factibilidad de habilitar un carril BUS-VAO reversible que, llegando a Colmenar Viejo, tendría que tener continuidad hasta Madrid, lo que no se plantea en el Plan de Carreteras.
M-505
La variante de la M-505 en Galapagar incluida en el Plan de Carreteras, se plantea con una longitud de 3,5 kilómetros y 17.500.000 €, a iniciarse en el año 2029. Su construcción y trazado afectaría al IBA (Área Importante para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad) nº 70 El Escorial – San Martín de Valdeiglesias y a la Colada de Colmenarejo (entendemos que se han confundido con la Vereda de la Cuesta de la Mina) Además, cruzaría la Vereda de la Cuesta de la Mina y la Colada del Charco de la Olla y Brazos, según el trazado, podría cruzar también el Cordel de las Suertes Nuevas o de Las Cuerdas y el Corredor Ecológico de La Pedriza, encinares adehesados que forman parte de los terrenos forestales de la Comunidad de Madrid y son Montes Preservados, el Monte de Utilidad Pública de la Dehesa Vieja de Galapagar.