El Ministerio de Sanidad recomienda el refuerzo de la vigilancia y la vacunación ante el incremento global de casos de sarampión
- La población española nacida antes de año 1978 se considera protegida por haber pasado la enfermedad. El resto de la población debe aprovechar cualquier contacto con el sistema sanitario para revisar su estado de vacunación y seguir las indicaciones de su profesional sanitario de referencia.

El Ministerio de Sanidad, a través del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), ha emitido una actualización de la Evaluación Rápida de Riesgo sobre las implicaciones para España del aumento de casos y brotes de sarampión a nivel mundial y europeo.
Además, en el marco del Plan Estratégico para la Eliminación del Sarampión y la Rubeola 2021-2025, se ha publicado un documento de recomendaciones dirigido a los profesionales sanitarios. Su objetivo es reforzar la vigilancia epidemiológica, actualizar la vacunación y mejorar la capacidad de respuesta ante casos sospechosos, especialmente de cara al verano, cuando aumentan los desplazamientos desde países con circulación activa del virus.
Esta publicación pretende también sensibilizar sobre el riesgo de reintroducción del sarampión en España, en un contexto marcado por los movimientos masivos de población durante el periodo estival, como la Operación Paso del Estrecho.
Situación epidemiológica
Desde finales de 2022, se ha detectado un preocupante aumento en los casos de sarampión en todo el mundo, tendencia que continúa en 2023, 2024 e inicios de 2025. En la Unión Europea/Espacio Económico Europeo (UE/EEE), se registraron más de 16.500 casos en 2024, el 72% de ellos notificados por Rumanía, el país más afectado. Además, Marruecos enfrenta uno de los brotes más significativos, con más de 25.000 casos sospechosos y 184 fallecimientos declarados desde su inicio en octubre del 2023, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
España fue certificada como país libre de sarampión en 2016, estatus que mantiene hasta la fecha gracias a una cobertura de vacunación del 97,8% con una dosis y al 94,2% con dos dosis. Sin embargo, según el último informe realizado por el Centro Nacional de Epidemiología, hasta el 11 de mayo se han notificado 408 sospechas de sarampión, de las que se han confirmado 229 casos (78 importados de los que el 78,2% proceden de Marruecos; 78 relacionados con la importación y 73 de origen desconocido). Se han descartado 178 casos y uno continúa en investigación. En la actualidad hay 7 brotes abiertos en 4 comunidades autónomas.
Estas cifras reflejan un aumento importante si se comparan con los años anteriores, mostrando que la reanudación de la movilidad tras la pandemia ha incrementado el riesgo de importación de casos. A pesar de que la probabilidad de exposición aumente, el riesgo de infección para la población general en España se sigue considerando bajo debido a las elevadas coberturas de vacunación en nuestro país. Sin embargo, a mayor probabilidad de exposición, mayor será la probabilidad de que se produzca la transmisión de sarampión en grupos de población susceptible en los que no se hayan alcanzado coberturas de vacunación adecuadas. En este sentido, mientras continúe la situación de alta incidencia en algunos países de nuestro entorno, es esperable que continúen apareciendo casos y brotes en población que no presenta inmunidad frente a la enfermedad.
Reforzar la vacunación y las medidas preventivas
Las autoridades sanitarias insisten en la importancia de mantener coberturas de vacunación superiores al 95% para las dos dosis y reforzar las estrategias de vacunación, especialmente dirigidas a grupos de población en los que resulta complicado alcanzar coberturas de vacunación adecuadas.
Según el último informe de seroprevalencia, la población española nacida antes de año 1978 se considera protegida por haber pasado la enfermedad. El resto de la población debe aprovechar cualquier contacto con el sistema sanitario, para revisar su estado de vacunación, y seguir las indicaciones de su profesional sanitario de referencia.
También se subraya la necesidad de reforzar la detección precoz de casos sospechosos, la investigación exhaustiva de brotes y contactos, así como la implementación inmediata de medidas de control, particularmente en centros sanitarios y ante viajeros procedentes de zonas con alta incidencia. La vigilancia genómica del virus continúa siendo un pilar fundamental para verificar la eliminación del virus y trazar el origen de los casos importados.