Redacción •  Cultura •  04/06/2018

La entidad de reciclaje Ecoembes, y las políticas militarista y ambiental del PP, premios Atila 2018 por la destrucción del medioambiente

· Con motivo mañana de la celebración del Día Mundial de Medioambiente, Ecologistas en Acción otorga sus premios Atila y Caballo de Atila a las conductas más destacadas del año por su contribución a la destrucción del medioambiente.

· Este año han obtenido el galardón la organización de gestión de residuos Ecoembes (Premio Atila) y María Dolores de Cospedal y su política militarista (Premio Caballo de Atila).

· Las dos legislaturas del Gobierno del PP presididas por Mariano Rajoy y que acaban de finalizar, han sido mencionadas en un accésit especial. La organización ecologista destaca que la política ambiental de estos años ha estado marcada por los retrocesos y el bloqueo de iniciativas positivas.

La entidad de reciclaje Ecoembes, y las políticas militarista y ambiental del PP, premios Atila 2018 por la destrucción del medioambiente

Como cada año, Ecologistas en Acción recuerda que el 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 para aumentar la conciencia medioambiental y fomentar la acción global en la protección del medio ambiente. Para ello, la organización ecologista premia a los que son como Atila: por donde pasan, no crece ni la hierba.  Con estos premios se señala a instituciones y sus responsables como causantes de agudizar la crisis ambiental y social.

El primer premio, Premio Atila 2018, ha sido para la organización de reciclaje y gestión de residuos Ecoembalajes España, Ecoembes. Para justificar el galardón, Ecologistas en Acción ha ofrecido diez argumentos:

1. Por gestionar un sistema con unos resultados nefastos para el medio ambiente, que es causa fundamental de la contaminación de mares y playas.

2. Por falsear los datos del reciclaje de envases, afirmando que se reciclan el 77% de los envases, cuando en realidad el reciclaje real no supera el 35%. No hace falta más que observar la cantidad de envases que acaban en los vertederos, costas, ríos y playas.

3. Por eximir a los envasadores de la responsabilidad ampliada del productor, haciendo creer que por colocar el ‘punto verde’ en los envases acaba su real responsabilidad en la puesta en el mercado de sus productos y envases.

4. Por financiar  con el dinero de los consumidores costosas campañas de publicidad de lavado de imagen, que busca camuflarse ante la sociedad como si fuera una ONG ambiental.

5. Por hacer un intenso trabajo de lobby frente a las Administraciones para impedir o retrasar la implantación de un sistema de depósito, devolución y retorno de envases de bebidas, que es el único que garantiza la consecución de una recogida superior al 90% de los residuos de envases.

6. Por constituirse en un feroz monopolio en la gestión de los envases impidiendo la libre competencia, que impone a los Ayuntamientos y recicladores sus condiciones leoninas, retribuyendo de forma insuficiente los costes adicionales que supone a los Ayuntamientos la recogida de envases.

7. Por amparar un sistema que dilapida los recursos naturales y obtiene unos materiales reciclados de bajísima calidad, que impide la consecución de una economía circular.

8. Por el ‘lavado verde’ de la imagen de los envasadores, financiando y organizando campañas de limpieza del medio natural, haciendo creer que la responsabilidad de las basuras marinas y del abandono de residuos en el medio natural recae en los consumidores y no en los envasadores.

9. Por adulterar los objetivos y el alcance del nuevo paradigma de la Economía Circular, restringiéndola a cambios tecnológicos y no sociales.

10. Por escamotear su contribución a la incineración de residuos (‘valorización energética’), destino final de muchos de los envases recuperados.

El segundo premio, Premio Caballo de Atila, se lo ha llevado María Dolores de Cospedal, como responsable del Ministerio de Defensa y de las políticas militaristas españolas. Las razones que Ecologistas en Acción ha esgrimido para otorgar este galardón han sido:

– Por las elevadas y desproporcionadas cifras del gasto militar. En 2015, por ejemplo, el 34’65 % de las inversiones reales del Estado se destinaron a Defensa. El gasto militar representó 14’66 veces más que el gasto en Servicios Sociales y Promoción Social o 236’94 veces más que el gasto en Fomento del Empleo.

– Por la falta de transparencia de su gestión, que se traduce en un enorme gasto militar oculto o en la proliferación de misiones exteriores sobre las que apenas hay información pública. Sin ir más lejos, 15.000 de los 23.500 millones de euros de gasto militar estimado para 2018, se ocultan en partidas fuera del presupuesto del Ministerio de Defensa correspondientes a gastos extraordinarios o a los presupuestos de otros ministerios.

– Por su intención de duplicar el gasto militar en los próximos siete años respondiendo a las demandas de Donald Trump, que instó a los países europeos integrados en la OTAN a aumentar la inversión en ejércitos y armamento. Este incremento contrasta además con los recortes realizados en políticas sociales o ambientales.

– Por sus esfuerzos para mejorar la imagen pública del ejército y el militarismo a base de campañas publicitarias en medios de comunicación, desfiles o presencia militar en ferias infantiles-juveniles o en centros escolares.

– Por su pretensión de introducir contenidos específicos de adoctrinamiento militarista y patriótico en las aulas de educación primaria a través de una guía didáctica publicada junto con el Ministerio de Educación.

Este año, y dado el contexto especial de un fin de Gobierno de Mariano Rajoy adelantado a causa de la moción de censura, Ecologistas en Acción ha entregado un accésit especial a las políticas ambientales de sus dos legislaturas. Como recuerda en un comunicado, las legislaturas populares han estado marcadas por los retrocesos ambientales y sociales, el desmantelamiento de buena parte de la legislación ambiental existente y el bloqueo de iniciativas de otros grupos parlamentarios.