Redacción •  Actualidad •  17/05/2022

La campaña «Limpiemos el mar» recoge 640 kilos de basura, principalmente de origen plástico

  • Tras el parón de la pandemia, Ecologistas en Acción ha reanudado su participación en la campaña internacional Limpiemos el mar (Clean up the sea).
  • Durante los días 13, 14 y 15 de mayo, 100 activistas han limpiado las playas en ocho municipios de cinco provincias y una ciudad autónoma a lo largo del litoral.
  • Los residuos que más se han recogido han sido botellas, bolsas y pedazos de envoltorios de plástico.
La campaña «Limpiemos el mar» recoge 640 kilos de basura, principalmente de origen plástico

Como en años anteriores, Ecologistas en Acción dinamiza a nivel estatal esta iniciativa de la campaña internacional que coordina desde 1995 la organización italiana Legambiente. Un año más, el objetivo de Limpiemos el mar ha sido sensibilizar e implicar a la ciudadanía en uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos en este siglo: las basuras marinas.

Durante las jornadas de limpieza, realizadas el 13, 14 y 15 de mayo en Alacant, Cádiz, Castelló, Málaga, Melilla y València, las personas voluntarias se organizaron en grupos para clasificar los residuos. Al término de cada limpieza, tras clasificar los diferentes tipos de residuos, se hizo una estimación de cuáles eran los más abundantes y su peso total.

Este año 10 grupos locales de Ecologistas en Acción, pertenecientes a cinco federaciones del litoral Mediterráneo y del golfo de Cádiz, han organizado ocho limpiezas de playas. Los residuos más abundantes recogidos en las limpiezas, como cada año, han sido botellas, bolsas y pedazos de envoltorios de plástico, todos ellos residuos de un solo uso. En total se han recogido 640 kilos de basura.

Cada año llegan al océano entre seis y ocho toneladas de basura, de las cuales el 80 % son plásticos y aproximadamente el 30 % de los residuos plásticos se usan una sola vez. El plástico es motivo de gran preocupación porque permanece en los océanos durante mucho tiempo, afecta a la vida marina y amenaza la salud humana.

La basura se encuentra en todos los océanos y mares del mundo, incluso en las zonas más remotas. El crecimiento constante de la cantidad de residuos sólidos desechados desde la década de 1950, combinado con la lenta tasa de degradación de los residuos plásticos, está aumentando gradualmente la cantidad de desechos marinos que se encuentran en el mar, en el fondo marino y a lo largo de las costas.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el 80 % de los desechos marinos tiene su origen en fuentes terrestres: residuos liberados en los vertederos cercanos a la costa o en los cauces de los ríos; residuos directos en las playas vertidos por el turismo y el uso recreativo en las costas; o residuos derivados de actividades de la industria pesquera y los astilleros. Por su parte, las principales fuentes marinas son las artes de pesca abandonadas, perdidas o desechadas; los desechos generados por los barcos; y los vertidos.

Según el informe Basuras marinas, plásticos y microplásticos de Ecologistas en Acción, el problema principal radica en el enfoque de la producción de los envases plásticos: el modelo lineal que siguen los recursos utilizados, desde su fabricación a su posterior descarte. Estos descartes se producen a menudo tras un solo uso y durante un tiempo corto, lo cual genera una acumulación incesante de residuos. A nivel mundial cada minuto se usan un millón de bolsas de plástico de un solo uso, y son bolsas que anualmente necesitan 100 millones de barriles de petróleo para su fabricación.

Por todo ello, los grupos locales del litoral de Ecologistas en Acción, a través de estas limpiezas, instan a la ciudadanía a rechazar el uso de plásticos de un solo uso. Además, exigen a todas las administraciones públicas que desarrollen medidas de gestión de residuos que impidan que los residuos se viertan al mar o a otros ecosistemas, ya sea de manera directa o por negligencias. Para ello, recomiendan poner en marcha estas actuaciones:

1. Planes de reducción exigidos en la Ley de Residuos y la Directiva Marco de Residuos, con medidas efectivas de reducción, por ejemplo: aumento de los años de garantía de los productos, penalización real al sobreenvasado, cumplimiento de la responsabilidad ampliada del productor de residuos, promoción de la venta a granel, de sistemas de reutilización de envases y de compostaje doméstico, o eliminación de las bolsas de un solo uso independientemente de su material.

2. Estrategias y normativa para la minimización de los plásticos de un solo uso (bolsas de plástico ligeras, envases de bebidas, envases de un solo uso en restauración). En este sentido se han iniciado estrategias en ciudades como San Francisco o Melbourne, y en países como Irlanda, Dinamarca y Francia.

3. Impulso desde las instituciones a la reutilización de envases.

4. Normativas para combatir la obsolescencia programada e inducida, que aseguren la durabilidad de los productos e incrementen la garantía de fabricación y su reparabilidad.

5. Campañas institucionales para la reducción en origen del plástico, así como para concienciar a la población sobre los problemas del vertido incontrolado de residuos.

6. Rechazo a los bioplásticos u otros plásticos de nueva generación como respuesta a la crítica sobre la persistencia de los residuos plásticos en el medio ambiente, que no enfrentan la raíz del problema y pretenden resolverlo sin cambiar el modelo de uso y gestión de plásticos. Los bioplásticos no solo no son sostenibles en muchos casos sino que su biodegradabilidad en diversos ambientes, y especialmente en ecosistemas marinos, es dudosa y poco eficiente.

Albert Bayarri Hurtado, portavoz de Ecologistas en Acción, ha declarado: “Con la campaña Limpiemos el mar, un año más volvemos a encontrarnos playas llenas de plástico, que irá depositándose en los fondos, se desintegrará en forma de microplásticos y seguirá expandiéndose por nuestros mares. ¿Hasta cuándo vamos a seguir acumulando?”.


microplásticos /