Redacción •  Actualidad •  20/04/2024

El PP de Madrid frivoliza con la siniestralidad laboral, menosprecia a los sindicatos e insta a abandonar el país a quién se oponga a su política económica, para atacar a CCOO

  • La parlamentaria del Partido Popular en la Asamblea de Madrid, Elisa Virgil protagoniza una nueva intervención lamentable en la que confunde términos, alardea de su desconocimiento del funcionamiento institucional e insta a abandonar el país a todo aquel que no esté de acuerdo con la política económica del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
El PP de Madrid frivoliza con la siniestralidad laboral, menosprecia a los sindicatos e insta a abandonar el país a quién se oponga a su política económica, para atacar a CCOO

La Comisión de Economía y Empleo de la Asamblea de Madrid ha sido escenario este viernes de un nuevo episodio de la deriva delirante abrazada por el Grupo Parlamentario Popular en la Cámara autonómica, protagonizado en esta ocasión por la portavoz del Partido Popular en la Comisión, Elisa Virgil.

Tras la intervención de la secretaria general de CCOO Madrid, Paloma López, invitada a la Comisión para dar cuenta de análisis, indicadores, reclamaciones y propuestas de la central sindical en el ámbito laboral de la Comunidad de Madrid, Virgil ha tomado la palabra para arremeter contra los sindicatos.

En primer lugar, Vigil ha menospreciado la importancia de los sindicatos en el país, amparándose en que el nivel de afiliación a sindicatos «actualmente en 2024 es del 12,5% de los trabajadores y bajando», frente al «44,5% en 1978». «Pues a lo mejor ustedes no lo están haciendo tan bien», ha añadido.

Lo cierto es que Virgil arrojaba unas cifras recurrentemente agitadas por parte de los grupos políticos y sociales liberales absolutamente falsas, derivadas de comparar la cifra de afiliados a las dos centrales sindicales mayoritarias frente al total de la población ocupada, sin discriminar a empresarios, rentistas o autónomos. El volumen real de afiliación sindical entre trabajadores por cuenta ajena en España ronda el 22%.

Continuando con su alterada intervención, la parlamentaria ha despreciado las advertencias, reclamaciones y propuestas del sindicato, en una pataleta ya habitual en los diputados populares consistente en caricaturizar los argumentos sin ofrecer ninguno alternativo. «Usted se ha dedicado aquí a decirnos lo mal que está el mundo», ha espetado Virgil. «Da miedo que cualquiera pueda venir a trabajar a la Comunidad de Madrid», ha afirmado la diputada tratando de ridiculizar los indicadores ofrecidos por López. «Si todo está tan mal, pues váyanse todos los que critican a la Comunidad de Madrid, tienen Cuba, Venezuela, unos sitios maravillosos», ha añadido, retratándose a sí misma en lo que debería haber sido la enésima advertencia social de calado sobre quienes son las personas que representan a la ciudadanía en los espacios legislativos y cual es su nivel de salud mental.

Tras acusar a la líder de la central sindical en la Comunidad de Madrid de «abrazar completamente el sanchismo, que supone actualmente lo mismo que el franquismo», Virgil ha cuestionado «¿si tan malos somos, por qué cogen las subvenciones que se les otorgan desde la Comunidad de Madrid?», en un alarde de confusión entre Gobierno autonómico e institución autonómica, o quizá no confusión, sino declaración de principios de la diputada.

Por otra parte, la parlamentaria no ha tenido reparos en frivolizar y negar los efectos de la siniestralidad laboral, que ha costado la vida a más de 20 personas en la Comunidad de Madrid, tan solo en el primer trimestre de 2024, afirmando que «no coinciden ni en la cifra de los fallecidos en accidentes laborales, quizá debían ponerse de acuerdo antes de venir aquí».

Finalmente, Virgil ha mostrado de forma muy reveladora su inclinación hacia los paraísos fiscales, manifestando abiertamente que «ojalá Madrid se convierta en un paraíso fiscal», argumentando que «cuantos más ricos vengan a Madrid, más ricos seremos todos los demás», para demostrar que su falta de formación del funcionamiento del mundo real no se limita únicamente a la representatividad sindical y el funcionamiento institucional (a pesar de haber permanecido tres legislaturas viviendo de su presencia en el legislativo madrileño), sino también a la economía.

Respuesta de López

Tras la delirante intervención de la diputada del PP, la secretaria general de CCOO le ha recomendado acudir a las formaciones del sindicato, para conocer la diferencia entre afiliación y representación sindical. «Ha mezclado usted modelos muy diferentes de como se configuran los sindicatos y la afiliación de los sindicatos», le ha explicado López a la parlamentaria. «Nos sometemos a un proceso de elecciones sindicales, en el que acabos de finalizar el periodo álgido y quiero recordarla que efectivamente tenemos el 40% de la representación de los trabajadores de la Comunidad de Madrid», ha ahondado López.

«Si usted liga afiliación con representación, me imagino que me podrá dar los datos de la afiliación del Partido Popular y su grado de representación en las votaciones», le ha cuestionado López a la diputada. «Yo no termino de comprender la lógica que usted ha seguido», ha añadido.

Por otra parte, la parlamentaria ha rechazado «entrar a ningún tipo de provocación», pero ha apuntado que «esperaba sinceramente del Grupo Popular un tono más institucional en las intervenciones». «Entiendo, evidentemente que lo que se manifiesta y lo que se dice pues es tratar de trasladar al debate social y al resto de los debates el estado de crispación social que tanto les beneficia a ustedes», ha lamentado López.

En cuanto a la recomendación de abandonar el país a todos los que critican las políticas económicas del Partido Popular en la Comunidad de Madrid, López ha planteado que «cuando se carece de argumentos razonables en cuanto a lo que se plantea, pues siempre se tire de Venezuela, se tire de elementos manidos», ha respondido López.

Por último, ha dejado un recado a la diputada popular, planteando su deseo de conocer el indicador de cuantos presidentes de la Comunidad de Madrid han caído por corrupción en comparación con el conjunto de países de la Unión Europea.


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