Comunicado

La madrugada del 4 de noviembre de 2015 eran detenidxs en sus casas cinco compañerxs pertenecientes al colectivo Straight Edge Madrid bajo la acusación de organización terrorista. Dos días después pasaron a disposición de la Audiencia Nacional, tribunal de excepción español, sumándose una sexta persona que se encontraba de viaje cuando se llevo a cabo la operación. Cuatro de lxs compañeras fueron puestxs en libertad bajo fianzas que sumaban 20.000 euros. Declararon prisión preventiva para los otros dos. El 18 de noviembre, dos días después de que saliese también en libertad la última persona que seguía en preventiva de la Operación Pandora II, abandonó la prisión uno de los compañeros, bajo otra fianza de 8.000 euros, quedando el otro a día de hoy todavía secuestrado por el Estado.

Junto a este compañero siguen en prisión preventiva otras dos personas, Mónica y Francisco, encerradas desde noviembre de 2013 y cuyo máximo de dos años en prisión sin juicio según la legislación española ha sido ampliado este noviembre.

Desde finales de 2013 han pasado por la Audiencia Nacional más de 40 compañerxs anarquistas bajo acusaciones de terrorismo (Operaciones Columna, Pandora, Piñata, Pandora II, ICE), pasando varias de ellas en la cárcel semanas o meses a la espera de juicio; a lo que hay que sumar las fianzas que se han tenido que pagar en muchos de los casos para conseguir que esperen en la calle al juicio y lxs tres compas que siguen en prisión.

Escrito de Manuel, el cual se encuentra aún en preventiva a espera de juicio

Aunque este fragmento de las muchas cosas que quiero decir se vean carentes de sentimiento, quiero que sepan que dejo en él todo el anhelo de esperanza y toda la gratitud del esfuerzo que muchas personas están dando.

Como todo amante de la libertad, siento en mi piel el dolor de verme privado de todo aquello que añoro y amo, pero esta libertad que amo, no está basada en el egoísmo ni en el yo equiparable al liberalismo pos-moderno, sino en aquella libertad colectiva que nace de pensar y vivir la miseria de otros seres que al igual que yo anhelan la libertad. Pero aún hay familias sin hogar, gente que se deja la vida por un futuro incierto.

Aún hay millones de animales que sufren la tortura y la muerta. No soy más que nadie. Soy una persona más, un animal sintiente y consciente, enjaulado y confinado.

Pero aunque este coloso de cemento encierre mi cuerpo, y a veces mi mente, no me mantendré inmóvil ante el desamparo de aquel que lo necesite.

A ustedes. A ustedes que mantienen encendida la esperanza, les hago saber que mientas mi corazón siga latiendo, mantendré vivo el sueño de que la liberación animal(humana) y de la tierra son más que bonitas palabras, sino una motivación más para resistir en esta lucha llamada vida. Hazme un favor.

Procura que viva la anarquía.

Manu (Diciembre 2015).