Lois Pérez Leira •  Opinión •  23/10/2018

Carlos Fernández Rial en el recuerdo

Carlos Fernández Rial en el recuerdo

Ha fallecido en Buenos Aires Carlos Fernández Rial, uno de los musicos y animadores culturales más destacados, de las segundas generaciones de emigrantes gallegos en la Argentina.

Después de una larga y cruel enfermedad falleció este miércoles 10 de octubre, Carlos Fernández, para sus amigos “Carlitos”. Nació en junio de 1959,  en una familia gallega, donde la música y la danza  eran los protagonistas fundamentales. También los ideales republicanos, eran parte importante de estos gallegos de la diáspora. El matrimonio dejaba atrás la represión franquista, que se había cobrado la vida de varios familiares.

Los Fernández Rial, se instalaron en Buenos Aires en los años cincuenta, aun gobernaba el General Perón. Tanto Pepe como Lola comenzaron a frecuentar la Federación de Sociedades Gallegas, los bailes del teatro Federal etc… Allí participaban de las distintas comisiones de trabajo, Pepe especialmente fue el impulsor del futbol, en el recreo de Punta Chica, en San Isidro. Mientras que el padre de Carlitos se caracterizó por ser un extraordinario impulsor del folclore gallego, participando en el Coro Federal,  Bretemas e Raiolas  y Os Rumorosos. En la Federación participaban de la Sociedad de Boiro y del Centro Betanzos.  

Pepe junto con su hermano Antonio, dieron los primeros pasos para la fundación del Deportivo Español.

Mientras que el primer hijo del matrimonio Pablo, desde muy joven se destacó como un extraordinario bailarín de danzas gallegas, el cual era el orgullo de su hermano Carlos.

A Carlitos lo conocí a fines de los 70, era muy joven. Había militado en la juventud comunista, en su etapa de estudiante segundario. Fue parte -en 1973- del Circulo del la F.J.C. Julián Grimau, junto a Luis Fernández, Daniel Portas, su hermano Pablo, Patricia Portos entre otros. Posteriormente se fue acercando a la UES y al peronismo revolucionario.

Lo veía muy a menudo en la Federación, cuando iba a las clases de gaita del maestro Avelino. En aquella etapa empezamos una profunda amistad. Muchas veces nos encontrábamos en el Centro Betanzos, que era nuestra guarida, junto al músico Carlos López García, Chucho, “La Porota”, el otro Carlos García. Por las noches intercambiábamos el saludo diario de despedida, con el profesor Alfredo Bravo que alquilaba una oficina de CETERA en el local del Centro Betanzos, de la calle México. En otra de las oficinas estaba el Centro de Rianxo, donde se había compuesto la mítica canción A Rianxeira.

Cuando decido en 1979, regresar a Galicia por segunda vez, Carlos decide también exiliarse. Las cosas en la Argentina aun seguían muy peligrosas.

Y a los  dos meses estábamos viviendo juntos en el mismo piso de A Coruña. A parte de nuestra lucha por la sobrevivencia nunca falto una guitarreada. Incluso compusimos una canción a Inés Ollero, que había sido novia mía y en esos momentos estaba secuestrada por la Escuela de Mecánica de la Armada. ESMA.

Juntos fuimos a entrevistamos con Domingos Merino, el alcalde nacionalista de A Coruña y participamos del Congreso del Partido Socialista Galego, que había fundado Xosé Manuel Beiras. Tambien lo recuerdo junto a Alberto Varela, cuando le entregamos en Compostela, una carta de Arturo Cuadrado a Rafael Dieste, en el homenaje póstumo a Celso Emilio Ferreiro. Una tarde fuimos a visitar la tumba de Lus Seoane en el cementerio de A Coruña.

En aquella etapa Carlos cumplió con el mandato familiar de visitar a sus familiares de aquellas tierras. Juntos fuimos hasta Monforte y Lalín, donde estaban sus orígenes. También al barrio del Viso -en Vigo- donde vivía una parte de su familia.

Hasta fundamos un equipo de futbol denominado “El Puente”. Carlitos integraba el equipo y yo era el director técnico. La mayoría eran argentinos y uruguayos. Cuando terminaban los partidos, regresábamos al bar -donde era el punto de encuentro- sobre la avenida Villa de Negreira y allí celebrando con un buen vino gallego blanco. Siempre cantábamos en broma ¡Ganamos perdemos, siempre perdemos!!!! El equipo siempre perdía, pero éramos felices. Como teníamos muy cerca el estadio de Riazor, los domingos que podíamos, íbamos a ver al Coruña.

Fueron muchas noches de lágrimas y alcohol, por tantas muertes ocurridas en la argentina. En uno de aquellos encuentros musicales le presente a Mari Carmen, una joven gallega, que al poco tiempo se convirtió en su primera pareja y madre de su primera hija.

También coincidimos en nuestro retorno a la argentina.  Nuevamente en la Federación, en la Oficina Española de Turismo, donde trabajaba igual que su mujer María del Carmen. Carlos por aquellos años -al comienzo de la democracia- comienza a impulsar su gran obra musical que fue la creación de Xeito Novo. Una verdadera revolución musical en la colectividad gallega. Con mi hermano Juan  colaboramos -desde la imprenta de mi padre- con la impresión de los primeros sobre y papel carta de Xeito Novo.

Recuerdo una anécdota muy curiosa, por los inicios de los 80, comienza a representar una empresa que vendía aparatos de fax. Cuando me conto lo que hacía le pregunte en qué consistía. Allí me explico verbalmente cómo funcionaba el aparato, me costó mucho entenderlo, hasta que no vi uno funcionar.

Luego Carlos participa del CRE de Buenos Aires, es nombrado Secretario General del PSOE de la Argentina y funda la Agrupación “La Lorca”.

Con su muerte sin ninguna duda se nos va uno de los dirigentes más importantes de las segundas generaciones de gallegos en la argentina.

Carlitos ¡Hasta la Victoria Siempre!


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