Néstor García Iturbe •  Opinión •  04/10/2018

Sobre los llamados «ataques sónicos»

Cuba ha rechazado en distintas oportunidades la versión estadounidense sobre la supuesta utilización de ondas de microondas para afectar la salud de diplomáticos de Estados Unidos residentes en la Habana en el año 2016, y aseguró que todas las acusaciones son falsas.

“No ha existido ni ataque ni acto deliberado contra alguno de sus diplomáticos y el Departamento de Estado lo sabe”, dijo Carlos Fernández de Cossío, jefe de la Dirección general de Estados Unidos de la cancillería cubana, según publicó el diario Granma.

Debe recordarse que el primero en mencionar este asunto, lo fue el Congresista republicano Marco Rubio, que en sus declaraciones afirmaba que Cuba poseía “el rayo de la muerte”.

Se plantea que el llamado “rayo de la muerte” fue una invención de Nikola Tesla, nacido  en la ciudadSerbia de Smiljan el 10 de julio de 1856., cuyos experimentos se dirigían al control de la energía.

Residente en Estados Unidos desde 1884, al morir, todos sus documentos y resultados de sus investigaciones fueron ocupados por el FBI quien los ha mantenido en el mayor secreto, por lo que se plantea que muchas de sus invenciones han sido utilizadas por los servicios especiales de Estados Unidos.

En primer lugar, se puede desechar que el famoso “rayo de la muerte” esté en otras manos que no sean las estadounidenses. Si alguien lo ha utilizado, fueron ellos.

En segundo lugar, resulta bastante improbable que la cultura de Marco Rubio le permita conocer la existencia del famoso rayo ni de su inventor… Sencillamente, dijo lo que le mandaron a decir para afectar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

Algunos expertos en comunicaciones han esgrimido otra teoría, mucho más cercana a la realidad que la de Marco Rubio.

Se plantea que en estos momentos la CIA ha comenzado a utilizar un nuevo equipo para mantener las comunicaciones con su agentura, el LRDA X100 que estableced la comunicación  entre dos puntos utilizando un rayo laser.

Es significativo que todos los que reclaman haber sido afectados y sentir distintas molestias son  parte del personal que la CIA tenía en su estación de la Habana para mantener las comunicaciones con su agentura en Cuba.

La utilización del equipo LRDA X100 es reciente, el personal todavía no tiene amplia experiencia en el manejo del mismo  y si al utilizarlo no se tomas las medidas de protección adecuadas, el operador puede sufrir afectaciones a la salud como las que se han planteado.

Una tercera teoría,  fundamentada en el análisis científico de lo planteado por el gobierno de Estados Unidos, es que resulta totalmente imposible, que las personas que se dicen afectadas hayan sido objeto de ataque alguno.

Este tipo de criterio ha sido divulgado en distintas publicaciones científicas estadounidenses y por los grupos de científicos cubanos que se han dedicado a investigar este asunto.  En resumen, una soberana mentira utilizada con fines políticos para afectar el desarrollo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

El compañero Carlos Fernández de Cossio, recordó que Estados Unidos primero habló de ataques sónicos, luego de un virus y después de contusiones, pero que todas estas versiones se cayeron.

Una de las tarea más difíciles, es explicar lo inexplicable y en este caso, los intereses anticubanos han dominado la escena y han progresado gracias a la superficialidad y la ignorancia del presidente Trump, que vio en esto la posibilidad de ganar unos cuantos votos en la Florida.


Opinión /