Arthur González •  Opinión •  19/04/2018

Estados Unidos: 60 años de errores con Cuba

Cualquiera comete una torpeza, pero lo de Estados Unidos con Cuba es un récord Guinness.

El más reciente de los desaciertos fue la reunión sostenida del sub secretario de Estado, en la Cumbre de las Américas que se celebra en Lima, con un grupito de sus asalariados que poseen un historial muy alejado al de cualquier joven cubano.

El sub secretario John J. Sullivan, se reunió el 12 de abril 2018 a puertas cerradas, con miembros de la “oposición”, que no trabaja ni estudia en Cuba, pero Estados Unidos insiste en calificarla como “miembros de la sociedad civil independiente”. Por supuesto que son independientes del pueblo, pero totalmente dependientes del dinero y órdenes de Washington.

Esos que Estados Unidos exhibe actualmente como “disidentes”, seguirán el mismo camino del olvido de sus antecesores en los años 80 y 90, cuando embriagados por el éxito obtenido con el Programa Democracia aprobado por Ronald Reagan, la Casa Blanca destinó millones de dólares para la fabricación de una “oposición cubana”.

¿Quién se acuerda de Yndamiro Restano y Hubert Jerez, de la llamada Asociación de Periodistas Independientes?; ¿De Lázaro Cabrera, Vladimir García y Omar López, de la Asociación Pro Arte Libre?

¿Alguien menciona a Humberto Colás y a Berta Mexidor, de aquellas inventadas Bibliotecas Independientes?

¿Han vuelto a ser noticia en los medios de Miami, Ricardo Bofill, Martha Freyre, María Elena Cruz Varela y Roberto Luque Escalona, quienes integraron el fantaseado Comité Cubano Pro Derechos Humanos, y la Concertación Democrática Cubana?

Ni en Cuba y menos en Miami, se habla del llamado Partido Pro Derechos Humanos de Cuba, compuesto entre otros asalariados por Samuel Martínez Lara, Tania Díaz Castro y su líder Odilia Collazo Valdés, quien en realidad era la agente Tania de la Seguridad del Estado cubano, según sus testimonios aparecidos en el libro “Los Disidentes”, del 2003.

A otros que eran noticia diariamente, como lo son ahora Rosa María Payá y Antonio Enrique González-Rodiles, ya nadie les envía dinero,  y pasaron a mejor vida, entre ellos Vladimiro Roca, René Gómez Manzano, Félix Bonne Carcasés, Martha Beatriz Roque Cabello, Elizardo Sánchez, Jesús Yanes Pelletier y Gustavo Arcos, quienes conformaron el Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna Cubana, y llevaron a cabo la campaña “La Patria es de Todos”, impulsada por la mafia terrorista de Miami con Ileana Ros-Lehtinen al frente.

La fuerza que le dio Estados Unidos a Yoani Sánchez en el año 2007, haciéndola una súper “estrella” de la Web, con millonarios premios periodísticos, la conformación de un Blog, más un diario digital, ya no es noticia, porque su imagen fue confeccionada artesanalmente con cartón, por especialistas del Departamento de Estados y la CIA.

A pesar de todos sus fracasos los yanquis le echan nuevamente mano a una nueva promoción de asalariados, que desdicen mucho de sus patrocinadores, por conformar un equipo de megalómanos como Guillermo Fariñas, íntimo del asesino terrorista Luis Posada Carriles y González-Rodiles, con sus fantasías de ser licenciado en Física, a quien le construyeron el 2007 en Miami, un proyecto bajo el nombre de Estado de Sats, en fecha similar al de Yoani.

Como elemento significativo se destaca que, en cada una de las escuálidas reuniones de Estado de Sats, participaba un “diplomático” de la Misión de Estados Unidos en La Habana, quien controlaba lo que se decía y hacía. Al no obtener resultados, González-Rodiles fue destinado al apoyo de las Damas de Blanco, y a viajar constantemente a Miami para hacer campañas anticubanas.

Lo más denigrante para John J. Sullivan, fue tener que darle la mano a Danilo Maldonado, conocido por “El Sexto”, drogadicto confeso y sin nivel académico alguno, lo que demuestra el fracaso de Estados Unidos durante casi 60 años, en su intento por inventar una oposición a la Revolución popular cubana.

Se empecinan los yanquis en no reconocer el socialismo cubano, gastan miles de millones en planes, actos terroristas, campañas de prensa y en el abastecimiento a una contrarrevolución que, como reconocen sus diplomáticos en La Habana, “dirigen sus mayores esfuerzos a obtener recursos suficientes para solventar las necesidades del día a día”.

El tiempo se encargará de ver al grupito actual de “disidentes”, tomar el mismo rumbo de aquellos que en su momento fueron sus “estrellas rutilantes” y hoy nadie se acuerda de que existen.

Quizás algunos de ellos tomen la suerte de otros que, como, Néstor Baguer, Luis Veliz, Ana Rosa Jorna, Yamila Pérez, Noel Ascanio, Aleida Godínez, Alicia Zamora, Otuardo Hernández y Carlos Serpa Maseira, fueron desclasificados por los Órganos de la Seguridad de Cuba, y recibieron el reconocimiento de su pueblo por las tareas cumplidas como agentes secretos, que lograron engañar durante años a los experimentados Servicios de Inteligencia yanqui.

Cuba tiene mucho que mostrarles a sus hermanos latinoamericanos y caribeños, algo que Estados Unidos no puede y menos aún sus lacayos, porque como dijera José Martí:

“Cuba no anda de pedigüeña, anda de hermana y obra con la autoridad de tal. Al salvarse, salva. Nuestra América no le fallará, por ella no le falla a América”.

Fuente: martianos.ning.com


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