Socialismo Mostoleño (SOMOS) •  Opinión •  19/04/2018

En defensa de nuestra Universidad Pública

Estos días estamos siendo testigos de un nuevo ataque hacia la universidad pública a través del lamentable caso del Máster de Cristina Cifuentes, que no es más que otra muestra de cómo las élites usan a su favor instituciones públicas, a priori, al servicio del pueblo.Vemos como gracias a la afiliación política y/o poder adquisitivo se puede conseguir un máster sin asis- tir a clase o, ni si quiera presentarte a exámenes, mientras miles de hijos e hijas de la clase obrera han tenido que abandonar sus estudios superiores debido a la desregulación neoliberal que vivimos; subiendo abusivamente las tasas, implantando, o intentando implantar, nuevos modelos educativos (Bolonia, LEMES, 3+2…) que imposibilitan la conciliación de la vida laboral con los estudios, desprestigian los grados universitarios en beneficio de los másteres, incrementando aún más los costes de la educación superior, creando una universidad elitista y mercantilizando la educación pública.

Lamentablemente, estos casos de tráfico de influencias no se han quedado sólo aquí. Recientemente han salido a luz otros incidentes: la cantidad de familiares y amigos de cargos del PP que están colocados dentro del sistema universitario, especialmente en la URJC; el postgrado en Harvard, que ha resultado ser un cursillo de cuatro días en Aravaca, del vicese- cretario de comunicación del PP, Pablo Casado, o la titulación exprés en criminología por la URJC que cientos de Policías Nacionales obtuvieron para poder optar a mejores cargos dentro del cuerpo; por poner algún ejemplo de la sangrante intromisión de partidos políticos y elites financieras en los órganos independientes, o que deberían serlo, de la universidad.

Todos estos casos dejan entrever que no se tratan de casos aislados, sino que la universidad pública está dirigida por una serie de órganos antidemocráticos, que no son votados de manera directa por la totalidad de la comunidad universitaria (como pueden ser el consejo social o el consejo de gobierno) que ha quedado patente que son la puerta de entrada de esta instrumentalización que vive la universidad pública, de los intereses que diferentes empresas privadas tienen dentro de las universidades y de las políticas neoliberales que quieren dinamitar nuestro sistema universitario público.

Ante esta situación nos vemos en la obligación de mostrar nuestro apoyo a la universidad pública al servicio del pueblo. Reclamamos una universidad pública gratuita en la que no haya alumnos de primera y de segunda categoría, en la que las hijas y los hijos de los trabajadores no tengan que abandonar sus estudios por no poder hacer frente al pago de las tasas o no poder conciliar los estudios con la vida laboral. Una universidad pública donde los intereses de los diferentes partidos políticos y las empresas privadas no tengan cabida y esté realmente supeditada a las necesidades y deseos de las estudian- tes y los trabajadores que la forman.

Por último, apoyamos las reclamaciones de la comunidad estudiantil universitaria que exigen la dimisión de Dª Cristina Cifuentes, Presidenta de la Comunidad de Madrid, ante los evidentes indicios de que usó sus influencias para traficar con un título público, así como por falsedad documental, de D. Javier Ramos, actual Rector de la URJC, por intentar encubrir con mentiras toda esta situación y permitir por acción u omisión todo el tráfico de influencias que existe hoy dentro de esta universidad, y de todos los funcionarios que han formado parte del fraudulento máster de Cristina Cifuentes.

Creemos que esta vergonzosa situación, que nunca debería haberse producido, debe servir para emprender un proceso de limpieza y depuración en profundidad de nuestras universidades públicas; que garantice su independencia, su calidad y la universalidad de su servicio hasta devolverles el prestigio que este y otros casos han socavado en la opinión general.

Comisión de Comunicación de Socialismo Mostoleño (SOMOS).


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