Al-Hakam Morilla Rodríguez •  Opinión •  10/01/2018

De Casas Viejas al 155

«En Casas Viejas no ha ocurrido, que sepamos, sino lo que tenía que ocurrir». Manuel Azaña ante la Cámara de los diputados. 2 de febrero de 1933
«Fue Puiddemont el que decidió que siguiera adelante el 155. él y sólo él». M. Rajoy
 
Sí, claro, todas las comparaciones son odiosas, y carece de la misma magnitud el millar de heridos por el fracasado intento de represaliar o criminalizar los ‘demócratas’ de las JONS la votación del 1 de octubre en la Nación de Salvador Espriu, al lado de aquellos sucesos acaecidos ahora hace ochenta y cinco años en un pueblo de Cádiz el diez y once de enero, en el hoy Benalup-Casas Viejas, con veintiséis víctimas mortales. Sin embargo los espejos, cóncavos o convexos, pueden resultar sorprendentes.
 
El primer paralelismo incorrecto lo constituiría un claro ejemplo de secesión o rebelión, como el de aquellos campesinos que se alzaron contra aquella opresora República del Máuser, presidida por Azaña,  que les condenaba al hambre, enfrentándose a ella de forma violenta, por las armas; y el intento ‘propuesto’, no declarado – no se arrió ni la rojigualda del Parlament -, de proclamar la tan anhelada secesión de Catalunya por la mayoría de sus habitantes. Si bien la arbitraria y deshumanizada respuesta, como si aquellos gaditanos hubiesen sido ‘moros de un aduar del Rif’ en guerra declarada, lo mismo que al actuar ‘como si se hubiese producido’ de facto la independencia por la Generalitat encarcelando o condenando al exilio a sus dirigentes electos, ha terminado por dotar de existencia legítima a un nuevo Estado en la Unión Europea, el Catalá, con un galopante ascenso del nacionalismo en Baleares y Valencia. Gracias, Mariano, resiste a Falangito Rivera… sé fuerte, eres el mejor.
 
Hay eventos y políticas que tienen la capacidad de cambiar el curso de la historia. No porque concuerden con la ley establecida, sino porque al combatir los supuestos males para el Estado de forma desproporcionada y brutal, terminan desencadenando acontecimientos verdaderamente perniciosos (cuando no sale el tiro por la culata). Aquellos asesinatos de andaluces libertarios del diez y el once de enero hace ocho décadas y media en Casas Viejas, sin hacer distinciones entre presuntos ‘culpables’ y vecinos inocentes por puro escarmiento, acabarían por aclararnos la diferencia entre el asimétrico Estado pivotando en la línea Tajo-Ebro… depende de si se habita en el privilegiado norte o en el colonizado y empobrecido, de manera tan estructural como programada, ‘sur’. La táctica del avestruz o el autismo en política sin la menor solidaridad real  con los galeotes más humillados de esta ‘Cárcel de Pueblos’, induce al final a que los que se figuran con arrogancia inmunes puedan ser maltratados igual.
 
En el área septentrional de la Península Ibérica pueden darse las querellas entre ellos, pero salvo excepciones aun clamorosas como la guerra sucia del GAL, nunca se termina de abandonar del todo el ‘fair play’ político. Al contrario para los meridionales los expolios y genocidios forman parte de su herencia secular. A los Pueblos del norte se les puede mentir, como con la falacia del ministro Catalá de que tras las elecciones del 21-D en Catalunya ‘inmediatamente’ se abandonaría la aplicación – arbitraria y contraria a derecho según acreditados expertos – del 155, Para los discriminados y marginados parias del ‘sur’ la violencia impune, sin concesión a defensa o explicación alguna… el legado de la Inquisición sigue por sus fueros.
 
¿Qué, se reparten palos por Murcia por protestar ante la división de la ciudad con un muro vergonzante, al conculcar el acuerdo de un soterramiento del ferrocarril prometido? Pues lo habitual, los media minimizan los hechos al tratarse de ilotas meridionales, al revés que en el caso de Catalunya, donde españolistas y catalanistas no dejan de vindicar ad nauseam su sacrosanta causa ante terceros, así tengan problemas mucho más acuciantes. He aquí los síntomas de una decadencia irreversible, un prospectivo termómetro que no falla: cuando hasta los nobles aunque tercos panochos dejan de comulgar con las ruedas de molino de la autoridad centralista de turno, en Moncloa deben prepararse para cambiar los colchones, el nuevo inquilino no está lejos.
 
¿Temporal de nieve o lluvia ‘en toda España’ dice la prensa del Régimén… y en Andalucía y Canarias luce el sol…? No pasa nada, se trata de empatizar con los ‘pobres’ señoritos septentrionales con una abrumadora cantidad de imágenes y testimonios. Y en relación a los depauperados tragalotodo del ‘sur’ tampoco es necesario resaltar las relativas bondades de su clima invernal, no sea que vayan a recibir turistas fuera de temporada y dejen de producirse las escandalosas diferencias en el número de desempleados… que en ese caso los de Pozuelo, Neguri y Pedralbes podrían ver cuestionados su barrigón y ‘raza’ , por parte de esos subhumanos de las Naciones del Mulhacén o el Teide… ¡hasta ahí podríamos llegar!
 
El único inconveniente de tanto cinismo clasista y racista solapado es que al final las injusticias se pagan. La desorbitada respuesta, lejos de toda civilidad, a un puñado de campesinos desesperados en la empobrecida Cádiz en 1833 provocaría la caída del gobierno Azaña. Tras las nuevas elecciones con la victoria del gobierno derechista de la CEDA, vendría acto seguido la masacre de la Revolución de Asturias. La falta de una auténtica democracia y, sobre todo, de una Justicia independiente causaría la desafección generalizada de los Pueblos del Estado español ante las instituciones, con el subsiguiente recurso clásico del totalitarismo militarista machacando a la población civil para restaurar ‘el orden’ de la servidumbre. Lo de siempre.
 
Y de aquellos cienos del Régimen del 39 a los fangos de su epígono del 78 dan por resultado – no hay mal que por bien no venga – que las ‘dos Españas’ machadianas dispuestas a helarse el corazón una y otra vez se encuentren embridadas por el ascenso fulgurante de las identidades de los Pueblos periféricos a la metrópoli de Madrid, y el irreversible desplome del nacional-catolicismo por sus abusos de poder y su insaciable codicia… Se percibe con urgencia paulatina la solución de un referéndum que determine si una mayoría de ciudadanos comparte la jefatura del Estado por parte del hijo del rey de Franco o el advenimiento de una República; y sobre si estamos la mayoría de acuerdo con el pisoteo constitucional que implica el ‘concordato’ – auspiciado por aquel vicepresidente, Alfonso Guerra, que ahora posa de tan ‘patriota’ y ‘de izquierdas’ –  con un Estado extranjero, el Vaticano, con patente de corso para mantenerse al margen de la ley para la incautación de propiedades públicas, elusiones impositivas, rapiña generalizada de viudas sin hijos, y la escandalosa no declaración de sus bienes inmuebles. Cómo la mezquina y cobarde cesión de soberanía ayuda a la adscripción a la asimilacionista ‘unidad de España’ se ha tornado mayor misterio que el de la trinidad. Y no hay Nacho Escolar o Antonio Caño que puedan descifrar el enigma, o eludirlo con distracciones ‘informativas’.
 
La disimilitud con respecto al pasado reside tal vez en que entre tanto espíritu mercenario y meretrices de saldo en la política, junto a la sociedad civil intimidada y obnubilada por la propaganda, no hay nadie que clame, con la atronadora Voz de millones de ciudadanos, como ayer Ortega y Gasset en el diario El Sol en 1930: ‘Delenda est Monarchia’.
 
 
* Al-Hakam Morilla Rodríguez, Coordinador de Liberación Andaluza. Cuenta de twitter bloqueada por la censura: @lascultura . Nueva: @liberacionan

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