Mauricio Macri, ¿continuador de Peña Nieto?
Las atrocidades se tornan cada vez más comunes en varios países de Nuestra América, específicamente en Argentina y México. Sirve de testimonio, respectivamente, el caso de la desaparición del joven Santiago Maldonado desde principio de este Agosto y el desconcierto en torno al paradero de los 43 estudiantes de magisterio detenidos ilegalmente por la policía en Septiembre de 2014. En tal escenario, pienso que hemos de incrementar las denuncias.
Según un reporte de Telesurtv (1), el primer día del mes que culmina un centenar de efectivos de la Gendarmería Nacional de Argentina ingresó de manera irregular y violenta al territorio de la comunidad mapuche Lof en Resistencia de Cushamen, noroeste de la provincia del Chubut, quemaron las pertenencias de sus habitantes y golpearon y subieron a una camioneta a Maldonado, quien se encontraba de visita en el lugar para ayudar y apoyar la lucha de los indígenas.
Se conoce que el joven Santiago era identificado como artesano y tatuador, así como propenso a solidarizarse con los reclamos sociales. Por ello, no debe ser extraño que su desaparición tuviera lugar en el marco de una persecución contra la comunidad mapuche impulsada por el Gobierno de Mauricio Macri, el poder judicial y el gabinete del Ministerio de Seguridad.
La misma fuente informó que su hermano, Sergio Maldonado, declaró a la radio AM 750 que “la única explicación que tengo es de parte de la comunidad, pero me gustaría que el Gobierno nos dé su versión sobre lo que pasó con la Gendarmería. Ya presentamos recursos de amparo y pedimos la búsqueda de personas. Quiero que aparezca, las primeras horas son decisivas. No desapareció en la calle así porque sí”.
EL PAÍS, de España, divulgó el título “¿Dónde está el último desaparecido argentino?” con la inscripción “Dos semanas después de volatilizarse en las tierras de Benetton en una protesta de los mapuches, crece el misterio y el escándalo político mientras se busca el cuerpo de Santiago Maldonado” y la advertencia que sigue: “después de sufrir una de las dictaduras más crueles del planeta, con miles de desaparecidos cuyos cuerpos no han sido localizados tras 40 años, Argentina es uno de los países más sensibles del mundo con la actuación de la policía” (2).
Acaba de trascender que Cristina Kirchner, ex presidenta y candidata a senadora, al hacerse eco del dolor de la familia, dijo: “Con las palabras del padre de Santiago Maldonado se me estrujó el corazón” (3); y previamente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, un organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos, al analizar este caso “concluyó que los derechos a la vida e integridad personal de Santiago Maldonado se encuentran en una situación de grave riesgo” y solicitó un informe “dentro del plazo de 10 días”, a partir del pasado 24 del corriente, para “la adopción de las medidas cautelares requeridas” (4).
En el orden personal, si tengo en cuenta cómo la dinámica del gobierno que encabeza Mauricio Macri tiene muy poca disposición para pronunciarse y/o realizar en concreto una mínima acción a favor de representantes de desposeídos/as en Argentina, entonces sitúo en tela de juicio la posibilidad de que el susodicho exhiba buena voluntad política para darle respuesta a la interrogante ya citada: “¿Dónde está el último desaparecido argentino?”.
(Ahí está lo sucedido alrededor de Milagro Sala, la misma Compañera cuya actitud/situación ha servido tanto para desnudar quién es el señor jefe de la Casa Rosada (5) como para develar las miserias humanas que escoltan la justicia argentina, pues ella obtuvo la prisión domiciliaria en una vivienda carente de condiciones “porque no tiene luz, no tiene agua, no tiene sanitarios” en el momento en que se dictó su nuevo estatus de reclusión (6)).
Respecto a las atrocidades en la nación azteca —y con el ofrecimiento de mis disculpas por no abordar con anterioridad el caso de los 43 muchachos desaparecidos—, significo mi visión a partir de un trabajo publicado por The New York Times con el título “México, la tragedia que marcó al gobierno de Peña Nieto pero que no afectará a su partido” cuyo contenido aborda precisamente tal suceso relacionado con los estudiantes de la escuela de maestros de Ayotzinapa detenidos ilegalmente por la policía en la ciudad de Iguala, estado Guerrero, el 26 de Septiembre de 2014 (7).
Justamente después de 29 meses del abominable acontecimiento, ese periódico de EEUU anticipa una idea muy esclarecedora: aludo a cómo en esa altura la ira se había “disipado tal como se disolvieron las marchas multitudinarias [de repudio], lo que genera ansiedad sobre la rendición de cuentas por parte del gobierno. Pese a que su gestión ha sido blanco de serias críticas por un grupo de expertos extranjeros, pocos esperan que el gobierno pague algún precio político por este episodio” —asevera el Times.
Valga decir que a comienzo de Julio último fue noticia una nueva pista del paradero de los 43 estudiantes en causa, de acuerdo con otro reporte de Telesurtv (8).
La cadena televisiva latinoamericana informa que del Movimiento por la Paz de San Miguel Totolpan comunicó la detención de sicarios de un grupo criminal que confesaron haber participado en la desaparición de los referidos alumnos de magisterio; que los capturados revelaron que habían asesinado a varios jóvenes y los enterraron en las faldas aledañas a La Gavia —incluso, presumieron que podían señalar el lugar exacto donde los inhumaron; y que aseguraron “que Raybel Jacobo y el resto de su banda no han sido detenidos por las fuerzas policíacas porque se descubriría el destino de los normalistas, así como por los nexos entre grupos criminales y funcionarios políticos”.
¿Casualmente?, un despacho de AFP aparecido este 26 de Agosto certifica que el abogado y los padres de los 43 estudiantes de la escuela de maestros de Ayotzinapa desaparecidos desde 2014 acusan a la Fiscalía general mexicana. “No nos han reportado ningún avance, ni cómo va la investigación. El cronograma establecía que debían habernos informado en la segunda semana de agosto y nada”, expresó Vidulfo Rosales, el jurista (9).
Así —amén de no descartar la armonía conceptual entre los actuales mandatarios de Buenos Aires y Ciudad México (10 y 11)—, no albergo la menor duda de que Mauricio Macri es un continuador del Peña Nieto de nombre Enrique, en tanto el mexicano es paradigma del argentino en el asunto concerniente a las desapariciones humanas. ¡Ojalá que la vida me desmienta!
Referencias:
2.- https://elpais.com/internacional/2017/08/16/argentina/1502900156_594878.html.
4.- https://actualidad.rt.com/actualidad/248017-cidh-gobierno-argentino-santiago-maldonado.
6.- http://www.lanacion.com.ar/2053687-la-justicia-otorgo-la-prision-domiciliaria-a-milagro-sala.
11.- https://elpais.com/internacional/2016/07/28/argentina/1469727357_998816.html.
Fuente: http://www.cubainformacion.tv/index.php/la-columna/249-noel-manzanares-blanco/76087-mauricio-macri-icontinuador-de-pena-nieto
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