Arthur González •  Opinión •  05/07/2017

¿Cuba es el peor lugar del mundo?

Más de medio siglo resistiendo actos terroristas organizados por Estados Unidos, unido a invasiones mercenarias, creación y financiamiento de una contrarrevolución interna, la guerra biológica, junto a complejas campañas de propaganda para desvirtuar la verdad, no han valido para destruir el proceso revolucionario de Cuba, ese que ellos tanto odian.

Cuba marcha desde hace 58 años por una senda diferente a la impuesta por Washington, decisión soberana de los cubanos que provocó la rabia de los que siempre desearon apoderarse de la mayor de las Antillas.

Para que los ciudadanos norteamericanos no comprueben como son engañados, la Casa Blanca les prohíbe viajar libremente a la Isla, a pesar de ser una violación de su Constitución.

Siguiendo los patrones de la guerra mediática, Estados Unidos insiste en difamar a Cuba, repitiendo historias fabricadas que no resisten el más mínimo análisis, como es el tema de las llamadas “detenciones arbitrarias”.

¿dónde están las golpizas?

Lo que no dicen, es que Estados Unidos desde hace 58 años sufraga una contrarrevolución para intentar derrocar el socialismo, a la cual entrenan, orientan y le entregan medios para provocar desórdenes en la vía pública, actos que la policía estadounidense no permite y reprime con brutalidad.

Toda la maquinaria de prensa yanqui está dirigida a divulgar falacias y hacerle creer a sus ciudadanos que Cuba es el peor lugar mundo.

No hay país que permita alteraciones del orden público y las ejecutadas en Cuba por sus asalariados, buscan pretextos para llevar a cabos sus cruzadas mediáticas.

Las denominadas “detenciones arbitrarias”, son los trasladados a las estaciones de la policía de los comisores de los desórdenes, para levantar las actas, y terminado ese proceso legal son dejados en libertad.

Lo que no dicen es que ninguno es apaleado, ni se le rocía gases lacrimógenos, como sucede en otros países con los trabajadores que protestan ante los despidos, reclaman mejores servicios de salud y educación, o la igualdad de salarios de mujeres y hombres.

En Cuba los policías no portan armas largas, ni escudos, cascos, chalecos antibalas, ni se emplea carros con chorros de agua, como sucede en las represiones en Europa o de América Latina.

Siguiendo la línea trazada por Estados Unidos, la mercenaria Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, dirigida por Elizardo Sánchez, mensualmente envía hacia Estados Unidos un informe de supuestas “detenciones arbitrarias”, por lo cual recibe su pago en dólares.

El fin es conformar una falsa matriz de opinión contra el gobierno cubano, y asegurar que ocupa el primer lugar en toda Iberoamérica en arrestos de ese tipo.

Como rebaño de ovejas, un grupo de organizaciones creadas por Estados Unidos para tales fines, se suman a esas campañas. Sin embargo, gobiernos con una larga lista de verdaderas violaciones a los derechos humanos como México, no son sometidos a similares denuncias, a pesar que comenten hechos  jamás vistos en la Cuba socialista.

¿Por qué motivos las mismas organizaciones que se suman al coro dirigido por los yanquis contra Cuba, no denuncian los 150 mil asesinados por la violencia en México y los más de 33 mil detenidos-desaparecidos, incluidos los 43 normalistas de Ayotzinapa?

¿Dónde están los reclamos de justicia y esclarecimiento del asesinato de activistas de derechos humanos, como el caso de la hondureña Berta Cáceres?

Berta jamás recibió un solo dólar de la NED, la USAID, Cuba Freedom Foundation, Freedom House, la Organización Demócrata Cristiana de América, el Observatorio de los Derechos Humanos, o de la Fundación Konrad Adenauer, las cuales financian los proyectos anticubanos.

Ninguna de esas organizaciones diseñadas para acusar a la Revolución cubana, dice una sola palabra de la violencia policía que existe en Estados Unidos contra los negros, los latinos y otras migraciones de Asia y el Medio Oriente.

Cuba no es perfecta pero su sistema socialista garantiza un servicio de salud totalmente gratuito para todos, incluidos los llamados “disidentes”, los cuales son atendidos por médicos especialistas, sin tener en cuenta su servicio a una potencia extranjera que intenta acabar con la obra de la Revolución.

Así mismo, es reconocida por la UNESCO por la excelente labor en el área de la educación que brinda de forma gratuita a todos los niveles, algo muy diferente a lo que exhiben países desarrollados, incluso Estados Unidos.

Tampoco esas organizaciones peleles del gobierno yanqui, rechazan la criminal y despiadada guerra económica que pretende matar por hambre y enfermedades al pueblo cubano, incluso los integrantes de la llamada “disidencia”, la defienden y piden a la Casa Blanca que la mantenga.

En la llamada era de Internet, no se puede engañar a mucha gente y las cruzadas mediáticas contra la Revolución cubana, construidas por las agencias especializadas yanquis, están desclasificadas y publicadas; por tanto, se sabe que son falsedades para confundir a los incautos.

Para comprobar cómo actúa Estados Unidos, basta leer un documento fechado el 04/05/1961, titulado “Cuba y el comunismo en el hemisferio”, publicado por el Departamento de Estado, en el Volumen X, Cuba 1961-1962, páginas 459-475, en el cual consta un conjunto de recomendaciones, siendo la numeral C. “Guerra Psicológica y de Propaganda”, el que dice textualmente:

“Tenemos que desarrollar una firme línea de propaganda contra Cuba y el comunismo, y proporcionar medios efectivos para expandir esta línea de acción”.

El anexo IV describe la explicación general, sugiriendo varios temas de propaganda, como la recomendación de una emisora radial de 24 horas diarias solo para Cuba.

Expresa además que:

“La decisión clave es la de comprometerse en actividades propagandísticas a gran escala y haciendo uso de los medios de propaganda, como la radio, la Liga de Partidos Democráticos, el Consejo Revolucionario Cubano, (asentado en Miami), todo lo que deberá ser sufragado con el presupuesto de la Agencia de Información de Estados Unidos (USIA) y la CIA”.

A pesar de todos sus planes subversivos Cuba sigue libre y como expresara José Martí:

“…el aire de la libertad tiene una enorme virtud que mata a las serpientes”.

*Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.


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