Enrique Muñoz Gamarra •  Opinión •  30/04/2017

Trump el miserable destinado para los trabajos sucios del Pentágono

El planeta está, como nunca antes, en grave riesgo. Han emergido varios puntos calientes de guerra. Pero el punto más caliente ha sido localizado en la península coreana con punto de inflexión en la gran RPDC (República Popular Democrática de Corea) donde toda la agresión imperialista ha llegado a su máximo nivel y por el que aquello debe ser resuelto con armamento nuclear. El incendiario es el letal imperialismo estadounidense. Un imperialismo que no se resigna a su desplazamiento en la nueva estructura económica capitalista después del 2008. Su desfachatez es mayúscula que sepulta todo ordenamiento internacional, la soberanía e integridad territorial de los países, los derechos humanos y aviva genocidios contra la humanidad con utilización del armamento bacteriológico que crea enfermedades (Vietnam, Siria, etc.), armamento químico y armamento nuclear como la que ahora pretende utilizar contra el pueblo norcoreano. Una situación que sobrepasa largamente a lo que hizo la Gestapo (campos de concentración y exterminio de pueblos, no solo judío) en los años cuarenta del siglo XX.

A este respecto lo expresado por el ministro de exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov el 24 de abril de 2017 en una entrevista con la edición rusa de la revista Esquire, ha sido oportuno:

“En el pasado, aclaró el ministro, había dos imperios, el occidental y el soviético, y ambos incitaban conflictos con el adversario en el territorio de terceros países, pero nunca conflictos directos y nunca en sus respectivas fronteras. Hasta las declaraciones públicas no eran tan duras. Los dos bandos no sobrepasaban los límites de lo permitido. Hoy no hay reglas que valgan, dijo Lavrov” (1).

Es esto lo que en las siguientes líneas trato de explorar:

Veamos:

I.- REGIONES EN CONFLICTO:

Como sabemos la vigencia del sistema capitalista en el marco de su dinámica cíclica, al retrasarse la transformación revolucionaria socialista, solo ha sido posible devastando las fuerzas productivas. En esto las guerras inter-imperialistas y de agresión a los países oprimidos, han sido fundamentales.

En la actual coyuntura histórica que vive el mundo, al convertirse la Tercera Guerra Mundial en un conflicto nuclear, los imperialistas desarrollan largas guerras de devastación y destrucción principalmente de infraestructuras productivas.

En este sentido el accionar de estas fuerzas han sido y son absolutamente mortíferos. Ya sabemos lo que ocurre en Oriente Medio, es una región que arde (Siria Irak, Franja de Gaza, etc.). En África el criminal ejército estadounidense está arrasando pueblos enteros como Libia, Yemen, Nigeria, Sudán del Sur, Somalia, en el que según la FAO pueden morir en los próximos seis meses 20 millones de personas. El asunto es muy grave. En América Latina el conflicto empieza a encenderse (en Venezuela sus bandas paramilitares o células durmientes han iniciado el macabro formato de Maidan para traerse abajo a su gobierno legítimo, el presidente Maduro). No olvidemos la zona del sudeste asiático donde el asedio a la gran RPDC ha sido constante desde 1953. El Mar Meridional de China es blanco de provocaciones. Toda Europa está sacudida por una hostilidad anti-rusa urdida por la OTAN incluso con desplazamiento de armamento estratégico en las fronteras de este país, una situación que por supuesto perjudica el normal desarrollo de esta región.

II.- FATAL ITINERARIO GEOESTRATÉGICO ESTADOUNIDENSE:

En esto hay que ser muy claros. No olvidemos que emerge de un proceso acelerado de debilitamiento del poder económico de occidente donde la bancarrota economía estadounidense es la clave (hoy Estados Unidos y Europa están en estancamiento económico) que, en lo central, estimula el equilibrio estratégico militar entre occidente y oriente.

Esto ocurrió en medio de fenomenales cambios. Aunque Estados Unidos se niegue a aceptarlos. Consecuentemente toda la estructura económica (la gran crisis económica) y la superestructura (el sistema internacional multipolar) están en su contra. Esto es definitivo. Por lo menos se sabe que la coyuntura histórica ahora en su fase decisiva, tercera fase, no es cualquiera, está sustentada por gravitantes hechos, como por ejemplo, la paridad estratégica, el sistema multipolar, el desplazamiento de Estados Unidos en la nueva estructura económica del sistema capitalista después del 2008 y el ingreso al límite máximo en el uso del armamento convencional precisamente en el genocidio sirio en enero/febrero de 2016. Esto no es chiste.

En este marco sobrevino el gran acuerdo entre las tres principales superpotencias militares (Estados Unidos, Rusia y China) ocurrido entre octubre y noviembre de 2016. Entonces estaban entre el gran acuerdo o la guerra nuclear. Eligieron el gran acuerdo. Y la coyuntura histórica iniciada en 2008 pasó a una nueva fase ya incluso con una nueva estructura económica del capitalismo mundial con China como primera potencia capitalista. Para los apologistas del sistema, como soportes de los nuevos planes del Pentágono, se habría abierto la época del proteccionismo. Sin entender que este proteccionismo ha sido compañera permanente de la política económica neoliberal de los Estados Unidos después del 2008 contra los productos provenientes de Asia, sobre todo, de China.

En efecto, a finales del año 2016 esto se convirtió aún en muy grave. La hecatombe fue monumental. No era para menos, se trataba de la implosión de la arquitectura del dominio imperialista occidental, como una continuación de la perdida de la hegemonía mundial estadounidense en 2010. Todo aquel poderío estaba en los suelos. Su bancarrota económica se había puesto al desnudo. Por supuesto esto no era cualquier cosa. Era un asunto de enorme valor geoestratégico mundial. Un hecho histórico que solo se presentaba cada cincuenta o cien años. Pero algunos ni siquiera lo había advertido.

Y con esto le implosionaba también su geoestratégia incluido su mayor epistemología denominada globalización que fue el sustento de toda geoestrategia estadounidense desde los años setenta del siglo pasado y, afectaba su proyecto fascista que desde antes avanzaba con enorme retraso y en proceso desde el 11 de septiembre del 2001 pasando por 2010 cuando dio inicio a la «Primavera Árabe». En esto no debemos olvidar que sus aparatos paramilitares, sus células durmientes, están en casi todas las regiones del planeta. Por lo que en este momento carece de una epistemología coherente que de vida a toda esta estructura fascista esparcida en casi todas las regiones del planeta. No ha tenido otra opción que refugiarse en la vieja sofisma del proteccionismo y la desactivación por decreto ley de su política denominada globalización que nada tiene que ver con la constante mundialización del sistema capitalista hecho visible a finales del siglo XIX cuando pasó a su segunda y última fase.

Entonces agobiada por toda esta caótica situación, de una u otra forma, decidió reorientar su geoestrategia. Aquello giraba entre sus deseos de reorientar en el nivel económico y en el nivel militar, que entre otras significaba en el primer nivel el retorno de sus alicaídas empresas y monopolios quebrados que deambulaban por el mundo, impulsando algo así como el proteccionismo y, en el segundo, aumentar la belicosidad de su ejército. Y en el que le estaban reservados los trabajos sucios a su nuevo inquilino en la Casa Blanca.

Para ello tuvo que armar un enorme show (campaña electoral en Estados Unidos, 8 de noviembre de 2016, con Donald Trump como personaje central en un libreto que maneja aquella vieja burguesía para presentar su nueva orientación geoestratégica que el 20 de enero de 2017 se hizo público, expuesto por Trump en su discurso de ascensión de mando, con el reconocimiento de la bancarrota económica de Estados Unidos y su nuevo timo de marchar hacia la política proteccionista con el retorno a casa de sus empresas y monopolios

Pero la coyuntura en que se produce este nuevo posicionamiento geoestratégico no es nada favorable a este país (Estados Unidos). Como sabemos está en un proceso muy fuerte de derrotas y fracasos. Por lo menos es histórica su pérdida de la hegemonía mundial y la implosión de la arquitectura del dominio imperialista occidental

Aquello en lo inmediato estaba conduciéndolo a su desplazamiento definitivo de la hegemonía mundial, pues, se trataba nada menos del centro supremo donde la crisis económica y la desestabilización mundial se incuban y fermentan exponencialmente. Cierto, desde aquí el bombeo de billetes sin valor que ahogan el sistema financiero internacional es monstruoso, es el paraíso fiscal más grande que se haya establecido en la historia capitalista en esta última fase del sistema capitalista, etc.

Y de lo que se trata ahora, para la vieja burguesía financiera estadounidense, es crear una nueva epistemología para fortificar su nueva geoestrategia que ya está en vigor desde enero de 2017 y así determinar su futuro. Por supuesto esto no es fácil, bien sabemos que la globalización fue una de las principales puntales en las que se sostenía la superestructura política e ideológica capitalista desde los años setenta del siglo pasado (siglo XX).

En este contexto y sujeta a esta misma tendencia, a partir del 20 de enero de 2017 el presidente estadounidense, Donald Trump, tan solo en un periodo de tres meses en la Casa Blanca ha terminado desacreditándose. En ese tiempo hubo una infinidad de inconsistencias. Sus idas y venidas han sido persistentes: Para muestra un solo ejemplo: lo referido a la OTAN. El jueves (14 de abril de 2017), tras reunirse con el secretario general de esta organización (OTAN), Jens Stoltenberg, se desdijo de sus declaraciones anteriores y afirmó que la Alianza Atlántica “ya no es obsoleta”. El conjunto de estas inconsistencias lo han conducido al desprestigio y la política exterior estadounidense está acabando en un gran desastre y de aislamiento internacional.

Con esto el pentágono ha terminado en una geoestrategia similar a la desarrollada en los periodos de Bush y Obama, a pesar de los supuestos cambios que pretendía efectuar y con la única diferencia que Trump, en un contexto de ofensiva y terror fascista, estaba destinado a ejercitar las opciones más siniestras, canallescas y sucias que sus antecesores no pudieron efectuar o fueron incapaces de aplicarlo, ejemplo, su matonería en la península coreana. En realidad un objetivo del imperialismo estadounidense en su confrontación por la hegemonía mundial, ahora con mayor razón tras su desplazamiento en el ámbito internacional.

El asunto es que Estados Unidos no está resignado a su desplazamiento, quiere restaurar su hegemonía mundial y el sistema unipolar perdidos el año 2010. Y lo hace a contracorriente atentando contra la historia y desconociendo los cambios habidos últimamente. Consecuentemente ha terminado estrellándose, un solo botón de muestra, lo que hemos dicho más arriba, la contención de su agresividad en la península coreana por la gran RPDC.

Todo lo anterior no puede indicar, sino, la debilidad de la geoestrategia estadounidense y en esencia su deriva y perdida de perspectivas. Es un rotundo fracaso de su nueva geoestratégia en vigor desde enero de 2017. No olvidemos que esto proviene de su pérdida de la hegemonía mundial y la implosión de la arquitectura del dominio imperialista occidental. En esto hay que ser claros.

III.-  RUSIA Y CHINA EN ESTE CONTEXTO:

Antes es posible advertir que Rusia y China son potencias militares. Dos de las tres máximas potencias militares de la actualidad que caracterizan la nueva situación internacional.

Sin embargo por el momento sus estrategias militares no cuadran con la nueva realidad mundial. En un apunte anterior hable que en la actual geopolítica mundial existían y existen unas condiciones excepcionales. Es una brecha que no ha sido cubierta desde el año 2010 cuando se estableció en el mundo la paridad estratégica y la multipolaridad. Rusia y China al parecer no la entendieron y con ello han conducido al envalentonamiento de Estados Unidos. Esto es lamentable, pues, es una gran concesión, existiendo la paridad estratégica y, que a la larga, puede ser desastrosa para ambas superpotencias capitalistas si no rectifican sus erráticas geoestrategias.

En concreto esas condiciones excepcionales en la actual geopolítica mundial están referidas a la falta de firmeza de Rusia y China en el acontecer internacional. Por una u otra razón se sienten disminuidas. A pesar de sus fuertes contra respuestas, sus posicionamientos militares no han sido tan firmes como debían ser, ejemplo, en Yemen, en Libia y en la misma Siria.

Entonces cuando se produjo el ataque misilistico por parte del ejército estadounidense contra la base aérea Al Shayrat de Siria, estaban atadas. Prácticamente anuladas. El primero por ese acuerdo de memorando sobre los vuelos en Siria firmado en octubre de 2015 que ahora tras este ataque misilístico se hizo público. Y el segundo porque está a la defensiva desde 2013 cuando se impuso la llamada Ruta de la Seda, cuidando su nuevo status de primera potencia capitalista (¿?). Por supuesto en este caso Estados Unidos lo ha sabido aprovechar. Esto no lo podemos negar. Una situación realmente lamentable al que en apuntes anteriores llamé “Gran Acuerdo”. Esta es la razón principal y fundamental, insisto, por la que Estados Unidos ha estado envalentonándose a lo largo de estos últimos tiempos y, no lo hablamos recién ahora, lo hemos venido haciendo desde hace varios meses.

Por supuesto esto de ningún modo es un signo de debilidad militar. Recordemos que Rusia y China son potencias militares de gran nivel igual que Estados Unidos. El asunto es la estrategia equivocada que pueden ser reorientadas en cualquier momento.  Hay que ser claros en esto.

Consecuentemente Rusia debe reaccionar por lo menos permitiendo a Siria el uso de toda la armamentística existente en ese país.

Lógicamente si esto no ocurre, el Pentágono va seguir golpeando. Tal vez nuevos bombardeos e incluso una operación terrestre como lo hizo últimamente sobre Palmira con sus bandas paramilitares fascistas desde Irak en diciembre de 2016. La ley de la paridad estratégica (armamento nuclear) es una ley objetiva que deben tomar nota Rusia y China.

Finalmente expongo aquí dos datos recientes respecto a este tema.  

Primero, Rusia tras suspender el 7 de abril de 2017 el memorando de entendimiento sobre los vuelos en Siria, una situación que desesperó a los Estados Unidos y por el que de inmediato envío a Moscú al secretario de Estado Rex Tillerson, el 13 de abril de 2017 inmediatamente después de concluida aquella visita restableció aquel memorando. Esto es lamentable porque permite a los Estados Unidos intervenir en territorio sirio. Un memorando que es absolutamente favorable a la parte estadounidense.

Veamos:

“Tres fuentes del Ministerio de Exteriores ruso dijeron a este periódico que «Rusia restableció la vigencia del memorando para la prevención de incidentes aéreos en Siria» a solicitud del secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson. El memorando, vigente desde octubre de 2015, fue suspendido el 7 de abril, inmediatamente después del ataque estadounidense a la base aérea siria de Shairat, y restablecido, según Izvestia, el 13 de abril, un día después de concluida la visita de Tillerson a Rusia. El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, había dicho en una rueda de prensa conjunta con Tillerson que Moscú estaba deseoso de reactivar esa línea de seguridad siempre y cuando EEUU reafirmara su objetivo de combatir el terrorismo” (2).

Segundo, por otra parte en declaraciones del jefe de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor ruso, Serguéi Rudskói, en la Conferencia de Seguridad que se efectuó entre los días 26 y 27 de abril de 2017 en Moscú, afirmó que Rusia controla la totalidad del espacio aéreo sirio. Esta noticia frente a la anterior es muy buena que puede permitir reaccionar a Rusia. Por supuesto se espera que esto no quede solo en el papel como las que se afirmaba el año 2011 referido a la existencia de los S-300 en poder del ejército sirio.

Veamos:

“Para coordinar las acciones militares en Siria, fue desplegado un sistema de control multinivel que permite al Mando militar ruso controlar todo el espacio aéreo de ese país», dijo Rudskói en la Conferencia de Seguridad de Moscú. Los sistemas S-400, S-300 y Pantsir garantizan una protección total de las instalaciones rusas en Siria Asimismo, el Estado Mayor ruso retiró más de la mitad de los aviones de combate que inicialmente estaban desplegados en la base aérea siria Hmeymim. «Actualmente en Siria continúa operando el grupo aéreo de la Fuerza Aeroespacial de Rusia en el aeródromo de Hmeymim y el punto de mantenimiento técnico de la Armada Rusa en Tartus; esto ayuda a preservar un equilibrio estratégico en la región», dijo al intervenir en la VI Conferencia de Seguridad de Moscú. «Las acciones de la agrupación rusa permitieron a las fuerzas sirias cambiar la situación en Siria», dijo Rusdkói en la Conferencia de Seguridad de Moscú, al indicar que «hasta la fecha fueron destruidas las formaciones ilegales en las zonas de Hama y Homs». El sistema de control multinivel desplegado en Siria permite a Rusia controlar la totalidad del espacio aéreo del país árabe, comunicó este miércoles el jefe de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor ruso, Serguéi Rudskói.

«Para coordinar las acciones militares en Siria, fue desplegado un sistema de control multinivel que permite al Mando militar ruso controlar todo el espacio aéreo de ese país», dijo Rudskói en la Conferencia de Seguridad de Moscú” (3).

IV.- LA GRAN LECCIÓN DE LA GRAN RPDC (REPÚBLICA POPULAR DEMOCRÁTICA DE COREA):

Ante todo es bueno recordar que los fenomenales cambios ocurridos a partir del 2008 dieron origen a cuatro trascendentales hechos que luego determinaron el carácter de la nueva situación mundial:

Primero, China es la primera potencia capitalista del mudo.

Segundo, Rusia es la primera potencia en armamento estratégico.

Tercero, Estados Unidos es la primera potencia en cantidad de armamento convencional.

Y cuarto, la RPDC, país socialista, es una potencia nuclear.

Veamos a este respecto el siguiente apunte reciente:

“Los principales arsenales corresponden a Rusia, con 7.290 unidades, y a EEUU, con 7.000. De esta manera, Moscú y Washington cuentan con casi el 93% del total de cabezas nucleares” (4).

Entonces, en el escenario internacional actual, a pesar de la inmensa provocación estadounidense en la península coreana apuntalada, en lo fundamental, contra la gran RPDC que por lo demás incluye la presencia de colosales fuerzas de guerra (navíos de guerra, porta-aviones, submarinos, aviones de combate, etc.) cargados con misiles y explosivos nucleares, la respuesta de este país (RPDC) ha sido en todo momento muy firme, que hasta mientras escribo este apunte, seguía haciendo trastabillar, como nadie lo había hecho antes, la agresividad imperialista estadounidense.

En efecto hay una luz que empieza a brillar en el mundo. Esto es histórico que asombra y causa admiración en el mundo. Por el contrario para los imperialistas estadounidenses es una derrota de enormes consecuencias.

En esto no debemos olvidar que si bien Estados Unidos es el número uno en cantidad de armamento convencional, ahora las guerras imperialistas (ojo con esto, hablo de las guerras imperialistas) no la deciden estas armas, sino, las arma estratégicas (armamento nuclear y misiles balísticos).

Por lo tanto a estas alturas la superioridad estratégica militar estadounidense de antes del 2008 ya no existe. Los disuasivos de la gran RPDC pueden golpear territorio estadounidense y la de sus aliados en cualquier punto del planeta. No hay ningún blindaje que no pueda traspasarla. La paridad estratégica es una ley de la presente coyuntura, de gran valor geoestratégico. La unipolaridad sucumbió aun en 2010. Hay que ser claros en esto.

NOTAS:

1.- “Serguéi Lavrov: «Ya no hay reglas que valgan». Nota publicada el 25 de abril de 2017, en: Sputnik.

2.- “Rusia restablece memorando con EEUU sobre los vuelos en Siria. MOSCÚ”. Nota publicada el 25 de abril de 2017, en: Sputni   https://mundo.sputniknews.com/prensa/201704251068642823-moscu-washington-siria/

3.- “Estado Mayor: Rusia controla la totalidad del espacio aéreo sirio”. Nota publicada el 26 de abril de 29017, en: Sputnik  https://mundo.sputniknews.com/orientemedio/201704261068687347-moscu-oriente-proximo-seguridad/

4.- “Repaso nuclear: quién, qué y cuántas bombas tiene.”. Nota publicada el 19 de abril de 2017, en: Sputnik.

 (*) ENRIQUE MUÑOZ GAMARRA:

Sociólogo peruano, especialista en geopolítica y análisis internacional. Autor del libro: “Coyuntura Histórica. Estructura Multipolar y Ascenso del Fascismo en Estados Unidos”. Su Página web es: www.enriquemunozgamarra.org


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