Norelys Morales •  Opinión •  03/03/2017

También para Trump, Cuba es un hueso duro de roer

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es de todo menos estúpido, en todo caso, un iconoclasta de derecha, ha dicho un analista, con lo cual el arranque de la administración bajo la égida del magnate, enfila más a la incertidumbre que a cualquier certeza, que no sea la del imperio en acción. De ahí, que Alvaro García Linera, el vicepresidente de Bolivia, un reconocido filósofo marxista, valore que La globalización ha muerto, indicando que «Donald Trump no es el verdugo de la ideología triunfalista de la libre empresa, sino el forense al que le toca oficializar un deceso clandestino.» [1] 



Es indudable, que nadie escapa a la inquietud de qué hará el magnate al mando de un imperio, con el mayor poderío militar del planeta, incluido su arsenal nuclear. Para Cuba, la pequeña isla plantada ante ese poderío, sufriendo todos los ataques posibles, la expectación y la cautela, son indicadas.



De un lado un sector de la ultraderecha trata de impulsar a Trump a que deshaga lo logrado en la administración Obama, mientras otros más moderados tanto demócratas como republicanos, miran a los negocios o en el orden de «imponer la democracia en Cuba», buscar los caballos de Troya, que aniquilen la Revolución Socialista.



Hasta hoy lo que tenemos son desafueros del «estilo Trump», que darían señales, pero de la parte cubana se distingue la mesura. Recuérdese, que irrespetuosamente llamó a Fidel Castro «brutal dictador» y se despachó con su base electoral miamenese, con que haría todo lo posible para garantizar el «camino (de los cubanos) hacia la prosperidad y la libertad».



Por otra parte, hay una fuerte presión de esa ultraderecha, que continúa fracasando, pero no hay que subestimar. Entre otras acciones bien planificadas, en diciembre del 2016, enviaron a La Habana a la abogada Kimberley Motley, para la supuesta defensa de un elemento contrarrevolucionario al servicio de esa mafia anticubana, apoyada en su fama por haber ganado en el 2004 el concurso de belleza de Wisconsin.



La Sra. Motley conocía que no puede ejercer su profesión fuera de EE.UU. y menos participar en actos provocativos contra el orden público cubano con visado turístico, algo que en su país la llevaría directamente a la Corte de Justicia para ser juzgada, o a un centro de detención para inmigrantes.



La campaña de prensa a partir de su retención temporal y posterior reembarque hacia Estados Unidos, se basó en crear una matriz de opinión de que viajó como abogada del seudo artista, Danilo Maldonado. Al no ser juzgada ni detenida por las autoridades cubanas Kimberley Motley no pudo ser una prueba  para el presidente electo Donald Trump, para que rompiera relaciones con La Habana por encarcelar a una “destacada” norteamericana. [2] 



Más reciente han realizado un montaje con el empleado de la OEA Luis Almagro, el expresidente FeCal de México y la ex ministra y senadora de Chile, Marina Aylwin, junto con los «opositores tarifados» que pretendieron un show, que mediáticamene abultaron. En el fondo nada sustantivo pudieron presentarle a Trump. Fracasaron también.



La cancillería cubana hizo la denuncia sin medias tintas: «El plan, tramado en varios viajes entre Washington y  otras capitales de la región, consistía en montar en La Habana una abierta y grave provocación contra el gobierno cubano, generar inestabilidad interna, dañar la imagen internacional del país y, a la vez, afectar la buena marcha de las relaciones diplomáticas de Cuba con otros Estados. Tal vez algunos calcularon mal y pensaron que Cuba sacrificaría las esencias a las apariencias.» [3]



Entre tanto, Trump, ha designado al abogado Jason Greenblatt, como representante especial para las negociaciones internacionales de su administración. El magnate presidente calificó a Greenblatt como uno de sus consejeros más cercanos y de mayor confianza, y que hasta ahora se desempeña como el vicepresidente ejecutivo y director jurídico de la Organización Trump. [4] 



Greenblatt es un judío ortodoxo, que nunca ha ejercido un cargo público y sus ideas políticas son poco conocidas, pero tendrá que lidiar con, el proceso de paz Israel-Palestina, las relaciones con Cuba y la negociación o renegociación de tratados comerciales internacionales, entre otros asuntos.



Según Blomberg Bussines: Greenblatt estuvo en Cuba en una visita de tipo exploratoria como parte de la organización Trump, que comunicó que «En los últimos doce meses, muchos de los principales competidores han buscado oportunidades en Cuba. Mientras es importante para nosotros entender los mercados que nuestros competidores están explorando, no tenemos la intención de expandirnos a Cuba, ni tampoco hemos hecho ningún negocio allí.» [5] 



No obstante, Greenblatt ha dicho que «Mi filosofía, tanto en los negocios como en la vida, es unir a la gente y trabajar por unirlos en vez de dividirlos, ese es el camino más fuerte hacia el éxito. Yo creo realmente que esta aproximación es la que puede brindar resultados a los EE.UU. en diferentes asuntos alrededor del mundo.»



Aún se espera por la revisión completa de todas las políticas de Estados Unidos hacia Cuba, que está realizando la administración Trump, según dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, el pasado 20 de enero, quien además indicó que ese análisis tiene un “enfoque en los derechos humanos, como parte de un compromiso con los ciudadanos de todo el mundo”.



Al intervenir en la V Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en República Dominicana el pasado 25 de enero, el presidente cubano, Raúl Castro Ruz, expresó la voluntad de proseguir el diálogo y la cooperación en temas de interés común con el gobierno de Trump.



En todo caso, la Isla ha lidiado con 55 años de bloqueo y 12 gobiernos en la Casa Blanca, y aunque no se sepa a ciencia cierta por dónde transitará esta Administración, lo único que no puede desconocer Trump, que estúpido no es, será que, como Cuba aplica una política de principios, sigue siendo un hueso duro de roer. 



Notas



[1] https://islamiacu.blogspot.com/2016/12/la-globalizacion-ha-muerto.html 

[2] http://www.resumenlatinoamericano.org/2016/12/22/confirmado-plan-para-presionar-a-trump-a-romper-relaciones-con-cuba 

[3] http://www.minrex.gob.cu/es/declaracion-del-ministerio-de-relaciones-exteriores-de-cuba-3 

[4] http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=53049&SEO=donald-trump-designa-al-abogado-jason-greenblatt-en-posicion-clave 

[5] http://mesaredonda.cubadebate.cu/noticias/2017/01/11/%C2%BFque-va-a-pasar-con-donald-trump

Fuente: http://www.cubainformacion.tv/index.php/la-columna/218-norelys-morales/73564-tambien-para-trump-cuba-es-un-hueso-duro-de-roer


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