Pedro Ignacio Altamirano •  Opinión •  26/10/2016

Rodear el Congreso, asaltar la democracia

Rodear el Congreso, asaltar la democracia

Mientras no cambie la Constitución, el actual Congreso de los Diputados es, junto al Senado, las cámaras de representación democrática del actual Estado español. No es que a nivel personal este de acuerdo con la actual Constitución, con el actual Congreso y el inútil Senado, pero soy de esa generación de la transición democrática, y recuerdo lo que en su tiempo supusieron de libertad para todos.

Soy nacionalista andaluz, creo que Andalucía es una Nación y aspiramos a un Estado Confederal dentro de una Europa de los pueblos y no de las naciones. Por ello creo de forma firme, en que la actual estructura política y territorial, no vale ni para el presente ni para el futuro del Estado, pero a pesar de no estar de acuerdo con ello, lo respeto. Lo respeto porque por encima de todo soy un firme creyente de la democracia, y la democracia se fundamenta en la Ley. Si no se respeta la Ley, no se respeta la democracia.

Debemos cambiar esta realidad inoperante, ineficaz, antigua y por tanto ha bajado mucho la calidad de la democracia. Eso ocurre al no haber realizado, a tiempo, las reformas constitucionales y territoriales, y como consecuencia, la actual situación insostenible. La democracia debe volver a recuperar el listón de la libertad que requieren estos nuevos tiempo de cambio social, político y económico en todo el territorio Europeo. En eso creo, que esta ya de acuerdo una gran mayoría de los ciudadanos, pero otros muchos no. Eso también es de respetar.

La mayoría pensaba que en la anterior legislatura, PSOE con el acuerdo con Ciudadanos y el apoyo de Podemos, se podría haber conseguido un gobierno progresista y de transformaciones, pero la inexperiencia de Podemos lo impidió. Se perdió la oportunidad y se convocaron nuevas elecciones, con la bajada de toda la izquierda y el refuerzo del PP.

Vuelta a comenzar, de nuevo vueltas y vueltas a la búsqueda, esta vez con menos posibilidades, de un Gobierno de progreso. Otra vez, los egoísmos personales estuvieron por encima de los intereses de la izquierda, con un PSOE perdido en sus contradicciones y acosado por un Podemos, esta vez más experto, pero con menos fuerzas. Además presos de la imposibilidad de ir a una nuevas elecciones donde el PP lograra una mayoría suficiente, el PSOE no ha tenido más remedio, que, por un motivo u otro, facilitar un gobierno de PP, antes que caer por el precipicio electoral que vaticinaban todas las encuestas electorales.

Es lo que tenemos, lo que dicta la actual Ley electoral, lo que marca el reglamento de las cámaras, la democracia en sí, y eso, les guste o no a muchos, es lo que hay y lo que hay que defender. Mientras no cambiemos, por medios democráticos y legales, la injusta Ley electoral, la Constitución, los reglamentos…. debemos respetarlas, pues en caso contrario, aquellas leyes que creemos, tampoco serán respetadas por aquellos a los que no les guste. La democracia es el gobierno de la mayoría desde el respeto a las minorías, pero no puede ser un gobierno de las minorías, pues nos cargamos el concepto básico democrático.

A la vista esta que tendremos un Gobierno del PP con ayuda de Ciudadanos y PSOE, gobierno que no nos gusta a los reformistas, pero no podemos negarnos a la evidencia de que es un Gobierno legítimo, que nace de unas elecciones democráticas y legales, con el voto de los ciudadanos. Eso, es un hecho indiscutible que hay que respetar como demócratas.

Por todo ello, creo de forma sincera y profunda, que la llamada a rodear el Congreso de los diputados por parte de algunos grupos en el mismo, es un grave error político y democrático. Una rabieta de inexpertos políticos e irresponsables sociales, que lo único que demuestran con ello, es inmadurez para la política seria. Si juego yo vale, pero sino… me llevo la pelota. Si no gobierno yo… no gobierna nadie… sin comentarios. Unos grupos que piensan y actúan de ese modo no están preparados para regir el destino de ningún Estado o Nación.

No se puede, bajo ningún concepto rodear un Congreso al que se pertenece. Eso es de una falta de seriedad y coherencia, que denota incapacidad manifiesta para la política. A los diputados se les elige para que, desde los escaños, defiendan los intereses de sus votantes sentados en sus escaños.

Es tiempo de recordar a ciertos sectores que no vivimos en Venezuela, Cuba, Bolivia, China o Corea del Norte, estamos en el Estado español, en Europa, y aquí las cosas no se hacen de ese modo. En Europa se protesta en la calle, pero se hace política en los parlamentos, y ese es un concepto que aún algunos no tienen claro.

No se puede estar en Misa y replicando señores. ¿Qué pasaría, que se diría, si al formarse un gobierno de progreso entre PSOE y Podemos, los votantes de derechas intentaran rodear el Congreso? Se lo imaginan verdad… pues aplíquense el mismo rasero. Si el pueblo quiere rodear el Congreso esta en su derecho, pero desde luego no alentados por ustedes para sus intereses partidistas, dejen de jugar con la calle porque se quemarán con ella.

Señores políticos que convocan y alientan rodear el congreso… aprendan la lección. Algún día podremos celebrar la llegada de un verdadero gobierno de cambio y querremos que se respete. Si no se aprende a hacer política, los ciudadanos cada vez confiaran menos en ustedes y más en el PSOE y PP. Es así de fácil, sino, miren ustedes como se les escurren día a día su base de electores hacia posturas más fiables… corren ustedes el riego, por este camino de la chiquillería irresponsable, de dilapidar un crédito ganado en la calle tirándolo por los sumideros del Congreso. Comiencen a hacer política que para eso se les eligió.


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