Christian Zampini •  Sin Permiso •  Memoria Histórica •  28/08/2018

Muere el historiador Josep Fontana

Testigo directo de algunas de las etapas más convulsas de la historia reciente y profesor Emérito de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Fontana ha muerto a los 86 años tras una vida caracterizada por su implicación con la investigación historiográfica pero también la acción y el pensamiento político.

Muere el historiador Josep Fontana

Esta mañana ha muerto a los 86 el historiador Josep Fontana i Lázaro. Referente de la historiografía moderna, durante 60 años dedicó su vida a la investigación pero también a la actividad política marcada por su fuerte compromiso con la izquierda.

Hijo de libreros, Fontana nació en los primeros compases de la II República en 1931 en Barcelona. En 1956 se licenció en la rama de Historia en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona. Un año después, gracias a los contactos y el interés despertado durante sus años universitarios, se afiliaría al Partido Socialista Unificado de Cataluña, PSUC, en aquella época en la dura clandestinidad de la dictadura franquista. Durante ese periodo, una estadía en la Universidad de Liverpool le permitiría colaborar con Vicens Vives muy poco antes de su muerte. “Una de las cosas que más me cuesta entender de Vicens es cómo es que me toleraba y me soportaba”, llegaría a decir rememorando a Vives.

Su doctorado llegaría en 1970 el doctorado, con su tesis La Quiebra de la Monarquía Absoluta en España (1814-1820), una obra que continúa en los catálogos editoriales de historia. Ese mismo año fundaría junto a Ernest Lluch y Joaquim Mola la revista Recerques, que aspiraba a constituir una publicación de historiografía de calidad a la par que promocionaba el catalán en el ámbito académico.

Como historiador, se caracterizó por una perspectiva profundamente crítica, alejada de los relatos oficiales, triunfalistas y del positivismo que aún ha permanecido en la historiografía oficial hasta prácticamente nuestros días. Crítico con el proceso de la Transición y la visión idílica transmitida sobre esta en el ámbito nacional, en el análisis historiográfico mundial fue uno de los primeros en advertir el inicio de un proceso de decadencia económica y social a partir de la década de los ’70 del siglo XX.

Trabajador incansable hasta los últimos años, en 2011 publicó Por el bien del imperio. Una historia del mundo desde 1945 obra magna considerada de referencia en el ámbito del estudio de la historia contemporánea.

La muerte de Fontana ha causado conmoción tanto en el ámbito académico como en otras esferas sociales que, desde primera hora de la mañana al conocer su fallecimiento, han transmitido su pesar y sus condolencias mostrando la importancia, el impacto y el aprecio que inspira el profesor.

Con Fontana se marcha no solo uno de los referentes de la historiografía reciente, sino también uno de los últimos testigos con voz de una etapa que nos condiciona y de la que comenzamos a tener perspectiva suficiente, pero también corre el riesgo de aquejar una peligrosa distorsión.