Francisco González Tejera •  Opinión •  20/03/2017

Pedimos el mismo trato en cada hueso

Ayer me alegré mucho cuando un buen amigo arqueólogo me filtró la noticia de que se habían encontrado restos de dos cuerpos más en el Pozo de Tenoya, uno de los lugares del horror en la isla de Gran Canaria, donde los fascistas desaparecieron a cientos de luchadores por la democracia y la legítima República.
 
Cada resto que se encuentra es como avanzar un poco más en el alivio de todo este atávico dolor, en la dignificación de quienes fueron asesinados por defender la libertad, la igualdad, la justicia social.

Esa resurrección moral de cada hueso, que recuperado del barro alivia a las familias de una pena ancestral, la que vive incrustada en lo más profundo de nuestro corazones.

 
El Ayuntamiento de Arucas y sobre todo el Cabildo de Gran Canaria han cubierto los gastos de esta exhumación en este pozo y en otro cercano, donde ya se han sacado más de veinte cuerpos, que se han podido identificar con las pruebas de ADN en su gran mayoría, entregándolos a las familias para que les puedan dar en un acto de justicia histórica sepultura digna.
 
Casi medio millón de euros se han gastado por ahora en estas exhumaciones, lo cual me parece de una gran valentía por parte de los diferentes partidos que han presidido esta entidad insular, incluso el PP en la anterior corporación, presidida por José Miguel Bravo de Laguna.
 
No tiene precio la memoria, la dignidad, la justicia, la verdad, la reparación a las víctimas del genocidio franquista en Canarias y en el resto del estado español.
 
Lo que no puedo entender es que este mismo esfuerzo político y económico no se haga en la fosa común del cementerio de Las Palmas, el lugar donde reposan los restos de mi abuelo Francisco González Santana,  los del alcalde comunista de San Lorenzo, Juan Santana Vega, fusilados por los mismos criminales de lesa humanidad de los pozos del norte de la isla.
 
Allí siguen entre el barro y la cal viva, ante la cerrazón del grupo de gobierno del ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, junto a decenas de restos de personas asesinadas brutalmente y arrojadas como basura a este agujero del horror, a los que este mismo equipo de arqueólogos del Cabildo podrían exhumar por un presupuesto muy inferior.. 
 
¿Hay que afiliarse a un partido para caer bien a ciertos políticos canarios?
 
¿Hay que llevar un discurso “moderado”, “almibarado” “sin estridencias” «entrar por el aro» para obtener el beneplácito de quienes tienen la obligación legal de facilitar a las familias la exhumación de los restos de los asesinados por el franquismo?
 
Espero que esto no sea así, ya que admiro mucho la lucha de cada persona que exija reparación, me da igual el color ideológico si se consigue el objetivo legítimo de la dignificación, la recuperación, la identificación y el reconocimiento de estas personas masacradas por luchar hasta el final por los derechos de la clase trabajadora canaria y española.
 
Felicitar de corazón a las familias de Arucas por este inmenso logro, los de los muertos de la fosa de Vegueta seguimos esperando por la vergonzosa decisión del político-cacique de turno.
 
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Imagen de uno de los huesos hallados durante los trabajos promovidos 
por el Cabildo de Gran Canaria (Foto TA)

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