PL •  Internacional •  14/07/2018

Obispados en sur de Chile requisados por la policía

La Policía de Investigaciones (PDI) y el Ministerio Público requisaron instalaciones de los obispados de Temuco y Villarrica, en el sur de Chile, en nuevas pesquisas por abusos sexuales.

Obispados en sur de Chile requisados por la policía

En capilla ardiente desde hace varios meses, la Iglesia católica chilena recibió en los últimos días otros duros golpes contra su credibilidad, con el encarcelamiento del excanciller del Arzobispado de Santiago.

El allanamiento hace unas horas en Temuco y Villarrica, región de La Araucanía, fue liderado por el fiscal Ã-talo Ortega, quien fue designado como responsable de la investigación por actos de pederastia de ministros de la Iglesia en esa zona.

La indagatoria incluye a los sacerdotes Pablo Isler Venegas, Juan Mercado Elgueta, José Bastías Ñanco y Mardoqueo Valenzuela. Además, el cura Belisario Valdebenito Erices de Villarrica.

Ante la negativa de colaboración de los jerarcas católicos de esa región, la PDI y la Fiscalía incursionaron en las oficinas del vicario general de la Diócesis San José de Temuco, Giglio Linfati, donde incautaron carpetas con documentos y un computador, lo mismo que en Villarrica.

La víspera, el Juzgado de Garantía de la ciudad de Rancagua formalizó al excanciller del Arzobispado de Santiago, Oscar Muñoz Toledo, y decretó prisión preventiva.

Muñoz Toledo, un sacerdote que se había autodenunciado en enero, fue imputado por la presunta comisión de abusos sexuales reiterados y estupro contra siete menores, informó el Poder Judicial.

Luego de conocerse en junio la suspensión de 14 curas de la diócesis de Rancagua, la Fiscalía ordenó la incautación de documentos y ordenadores en el obispado de esa ciudad y del Tribunal Eclesiástico de esta capital.

La diligencia buscaba encontrar expedientes canónicos, investigaciones previas y antecedentes que tuvieran relación con denuncias que apuntaba a un grupo de sacerdotes de la región de O’Higgins pertenecientes a una cofradía de abusadores denominada La Familia.

Permanecerá en prisión mientras se realiza la investigación de 180 días decretada por el juez para corroborar los indicios de haber trasgredido sexualmente a varios menores, entre ellos cinco sobrinos.

Las víctimas tenían entre 11 y 17 años en la época en que ocurrieron los hechos. Fuera de su familia, hay otro caso de uno de sus acólitos y por último un joven abusado en Rancagua en 2004.

tgj/Ft


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