Alfonso Lafarga / Contramutis •  Archivo •  Internacional •  29/04/2018

Marruecos obstaculiza el derecho a informar, según Reporteros Sin Fronteras

Ocho periodistas saharauis se encuentran en prisiones marroquíes.

Marruecos obstaculiza el derecho a informar, según Reporteros Sin Fronteras

En 2017 aumentaron las presiones judiciales a los periodistas en Marruecos, país que ocupa el puesto 155, de 180,  de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa  2018 que realiza la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).

El informe de RSF, en el que se analiza la situación de la libertad de prensa en el mundo, alerta de que hay una situación creciente de  odio hacia los periodistas, alentado por dirigentes políticos, que amenaza las democracias.

El apartado referente al país magrebí aparece con el título “Marruecos/Sahara Occidental”, pero en él no se hace referencia alguna a la situación de la prensa en la excolonia española, donde en la actualidad hay ocho periodistas en prisión, los dos últimos detenidos en abril de este año, según fuentes de la agencia saharaui Equipe Media.

El capítulo referente a Marruecos y al territorio del Sáhara Occidental que ocupa desde finales de 1975, tras la salida de España, lo elabora la sección francesa de Reporteros Sin Fronteras, organización no gubernamental que desde 1985 “defiende a los periodistas y colaboradores de los medios de comunicación encarcelados o perseguidos por su actividad profesional, y denuncia los malos tratos y la tortura que sufren en muchos Estados”.

RSF señala en su última Clasificación Mundial que en 2017 en Marruecos las presiones judiciales a periodistas fueron más fuertes que en años anteriores  y que las autoridades marroquíes “obstaculizaron deliberadamente el trabajo de los medios de comunicación nacionales y extranjeros que cubrían las protestas del Movimiento Popular del Rif (Hirak)”: “Se emprendieron procesos judiciales tanto contra periodistas-ciudadanos como contra periodistas profesionales; algunos de ellos fueron sentenciados a penas de prisión y actualmente están encarcelados; otros debieron pagar multas. Por otra parte, algunos periodistas extranjeros fueron expulsados del país”.

No se habla de la situación de los periodistas saharauis que luchan contra el silencio informativo que impone Marruecos en el Sáhara Occidental, donde durante 2017 hubo un continuo acoso a los informadores y fueron expulsados varios periodistas internacionales: En enero, Roger McShane, periodista de “The Economist” en El Cairo; en febrero, Bernat Millet, fotoperiodista catalán, y en mayo los periodistas del “The New Yorker” Nikos Stavross y Ixoss Spiross.

Pero la Clasificación Mundial no es el único informe de RSF en el que se pasa por alto el Sáhara Occidental. En el Balance anual 2017 sobre ataques  cometidos contra periodistas en el mundo, que muestra que 65 reporteros fueron asesinados, 54 secuestrados y 326 se encontraban encarcelados , tampoco apareció ningún periodista saharaui, a pesar de que había seis presos en cárceles marroquíes, en las que  todavía permanecen. Son Mohamed Lamin Haddi, Hassan Dah y Bachir Khada, recluidos en la prisión de Tifly; Mohamed El Bambari, en Ait Mellou; Abdalahi Lekhfaouni, en Kenitra y Salah Lebsir, en Tata.

En abril de 2018 fueron encarcelados en El Aaiún Mohamed Salem Mayara y Mohamed Jomayaai, detenidos al día siguiente de publicar un informe televisivo sobre protestas saharauis en Smara, en las que colonos marroquíes atacaron a activistas saharauis hiriendo a cinco de ellos, a los que se negó atención médica en el hospital de la ciudad.

En otro estudio, el Informe Anual 2017, presentado en Madrid el 2 de febrero de 2018, sí hubo una alusión al Sáhara Occidental, pero mínima y referida a la prensa  marroquí. Textualmente se citó el “lento pero constante” deterioro de la libertad de prensa en Marruecos y las presiones políticas y económicas que padecen los medios de comunicación independientes por parte de las autoridades marroquíes, “que buscan disuadirlos de tratar temas delicados, como la monarquía, el islam y el Sáhara Occidental”.

En ningún delos tres informes se trató de la persecución que sufren los periodistas saharauis, que trabajan para romper el bloqueo informativo marroquí, como ocurrió en los meses que duró  el juicio a los presos de Gdeim Izik en  Salé, cerca de Rabat.

Lo han dicho los  periodistas de Equipe Media: “El Sáhara Occidental es prácticamente inaccesible para los medios de comunicación”, un lugar donde los periodistas sufren persecución y ataques,  según ha denunciado el grupo de comunicación saharaui News Network Activists.

Para más información sobre el acoso sufrido por periodistas saharauis en 2017,  según fuentes periodísticas saharauis y organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, pinchar Cronologia prensa 2017.


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