40 días -y noches- denunciando la pobreza en Vigo

Para que Caballero se entere, con mucho humor, Juan y David le han dedicado un video que demuestra que no están en absoluto cansados y sí decididos a seguir el tiempo que haga falta hasta que al menos los reciban en la torre de Abel, que «parece que no ve para los lados, solo de frente», puesto que llegó a decir que no había visto la acampada en la explanada por la que cruza tan a menudo. En el video recuerdan algunos de los problemas de la ciudad de Vigo relacionados con la situación de pobreza extrema a la que muchas personas se ven abocadas por la desatención de las instituciones. Entre ellas las carencias del albergue municipal y la ausencia de un parque público de viviendas que, debido a que -aunque el alcalde lo niegue- sigue habiendo desahucios hay gente que tiene que dormir en la calle o se tiene que ir a otro ayuntamiento.

 

 

Juan, que ya ha pasado por dormir en la calle, ser usuario del albergue, y sufrir en carne propia lo que eso significa no está solo. Además de David, muchos colectivos han decidido continuar la acampada -esta noche dos activistas más duermen allí- de forma indefinida hasta que desde la Alcaldía se les escuche. Porque a los numerosos escritos que les mandaron no les dieron respuesta satisfactoria. Llevan ya más de 4000 firmas recogidas con sus reivindicaciones, y en los próximos días extenderán la protesta a los diferentes barrios de la ciudad.

 

Hasta la fecha solo han sido recibidos por representantes de la Delegación de la Xunta de Galicia en la ciudad que dicen estar dispuestos a dialogar también con la Alcaldía. Sin embargo, las mayorías absolutas -del PP en la Xunta y del PSOE en el Ayuntamiento- solo propician un diáologo de sordos hasta el punto de hacer oposición con la pobreza. Ambas instituciones con competencias en asuntos sociales y vivienda, algunas compartidas, con numerosos inmuebles desocupados, y con partidas presupuestarias dedicadas a esas materias no han demostrado ninguna voluntad real de solucionar el drama de la pobreza, como lo demuestran los cientos de personas que cada noche duermen al raso no solo en Vigo sino en toda Galicia. De hecho, alguna de sus prestaciones más publicitadas -la RISGA en el caso de la Xunta y el Cheque Social en el caso del Ayuntamiento- han recibido tajazos por la vía de exigir más requisitos para acceder a ellos. A modo de ejemplo, en el caso de la RISGA solo se puede percibir a partir de los 25 años como regla general; en el caso del Cheque Social el Ayuntamiento exige tres años de empadronamiento. Marea de Vigo y BNG, por su parte, han dado el respaldo a los acampados, aunque carecen del número de diputados o concejales necesarios para forzar una modificación efectiva en esta situación a corto plazo.