Amigas y amigos, compañeras y compañeros de Izquierda Republicana:

IR llega a las elecciones a las cortes generales del próximo 20N con los deberes hechos, pues como un partido con entidad propia nos hemos integrado en Izquierda Unida y dentro de ella hemos participado, como parte del proceso de refundación que IU promueve, en la constitución de la coalición electoral de La Izquierda Plural y en la elaboración de unas candidaturas abiertas, una campaña y un programa electorales con siete revoluciones necesarias para una política del siglo XXI.

Rebélate no es sólo un buen lema para actos y carteles, sino que es la postura política indispensable en nuestros días, cuando la soberanía de las ciudadanas y los ciudadanos está sometida a poderes al margen del control democrático y quieren constreñirla a un bipartidismo decimonónico entregado a la corrupción y el caciquismo más deleznables. La rebelión se impone, puerta a puerta y plaza a plaza, empezando por votar y llamar al voto en nuestro entorno y con las fuerzas de las que dispongamos en los próximos comicios.

La crisis económica se impone brutalmente, contra los de siempre, en nuestro país de países y la Izquierda tiene medidas concretas para enfrentarla, pero siempre con la certeza sobre que esa recesión enmascara una crisis política, un tutelaje que las oligarquías del poder ejercen por encima del estado, contra los de siempre, y que hace precisa una reforma democrática radical, federalista y laica. Una evolución, una revolución, que sólo puede venir de la mano de una Tercera República: la de la ciudadanía dirigiendo su propio autogobierno.

Amenazan con volver los supuestos tecnócratas del mal llamado Partido Popular, de nuevo con su ideología tardofranquista del mundo y queriendo hasta imponer los preceptos religiosos sobre las libertades civiles, empleando sus maneras políticas de auténticos fachas y amenazando con más crisis económica provocada por los mercados a los que representan. Hay que hacerles frente hoy con el voto y mañana con una cultura de frente popular que imponga reformas en el sistema de dominación total que quieren perpetuar.

Tenemos que responder en las instituciones y en las plazas públicas y debemos duplicar cada voto que IU obtuvo en 2008, luchando con el horizonte de los casi tres millones de sufragios que se obtuvieron hace quince años y que son nuestros, de La Izquierda Plural, y que entre el huracán Aznar y el volcán ZP intentaron asolar, pero ya se demostró en las últimas elecciones municipales y autonómicas que no se lo íbamos a poner fácil y ahora es el momento de recuperar un grupo parlamentario digno y con peso en las cortes generales.

Como cabeza de lista contamos con el compañero Cayo Lara que aúna en su persona la firmeza de carácter ante el poder y la capacidad de escuchar hasta las más débiles voces de la calle, mostrándose tan insobornable como capaz de pactar, agrupar y sumar con las aspiraciones de la ciudadanía que pide el cambio y el progreso democráticos de nuestra sociedad. Un republicano hasta el fin de sus días según su propia expresión. Un gran candidato a presidente del gobierno fuera de formas políticas obsoletas y autoritarias. Uno de los nuestros.

Pero son infinidad los compañeros y compañeras, los ciudadanos y las ciudadanas, que integran esta batalla por la libertad y que no son líderes de pacotilla ni bustos parlantes que funcionan con calderilla, sino pueblo que quiere dirigir su destino y crear un sistema de gobierno y un planeta sostenible que legar a las generaciones venideras y no el basurero intelectual y físico que tenemos entre manos, cada día más alejado del revolucionario ideal de la libertad, la igualdad y la fraternidad humanas.

Por todo ello, en estos “tiempos de miseria”, como dijera el poeta romántico alemán Hölderlin, es más necesario que nunca votar a la Izquierda, que hoy es roja, verde, arcoíris y desde luego tricolor, y votar junto a otros y otras, pues debe decirse claramente y sin falsos moderantismos que “la democracia está en peligro”, que no sólo hay que refundar nuestra Izquierda, sino que el régimen democrático y su constitución han de ser refundados con una nueva transición hacia otra República española, la Tercera.

De forma decidida y modestamente, como secretario general de IR y director de la revista Política, dos entidades creadas por Azaña en la Segunda República, es decir, como uno más de La Izquierda Plural, os pido vuestro voto para las listas que encabezan IU y Los Verdes y la difusión y apoyo a esas siete revoluciones –y alguna más- que vertebran el programa electoral para el gobierno de la nación. Hay que rebelarse para construir una nueva cultura ciudadana, que es la revolución final y pacífica: una 3ª República internacionalista y solidaria.

SALUD Y REPÚBLICA

*F. Javier Casado Arboniés, Secretario general de IZQUIERDA REPUBLICANA